22 octubre 2021

Las mejores aplicaciones móviles para los dueños de perros


Con ellas podrás conocer más sobre su raza, su salud y nutrición y hasta encontrarle pareja a tu perro



Tener una mascota es una responsabilidad de la que uno es realmente consciente cuando ya la tiene en casa y hay que cuidarla como si fuese un hijo -o casi-. Alimentación, vacunas, paseos. Los cuidados que requiere un animal son muchos, sobre todo los perros. Quizás eres 'padre primerizo' de una mascota y no estás muy bien enterado de todo lo que necesita tu nuevo amigo, pero la tecnología está aquí para ayudarnos. 

En la siguiente lista podrás ver cuáles son las mejores apps relacionadas con el cuidado de perros. A través de estas apps para perros podrás conocer más sobre su raza, controlar su salud y nutrición, conocer a otros dueños, entre otras muchas cosas. Además, la mayoría de estas aplicaciones están disponibles de forma gratuita para iOS y Android.


Aplicaciones móviles para perros


Dog Walk – Track your dogs

Con esta aplicación es posible hacer un seguimiento de los paseos con tu perro. A través de esta app podrás llevar un registro de las rutas que sueles hacer al pasear con tu perro y consultarlas en el futuro. Además, puedes ver el tiempo y la distancia que has recorrido durante el paseo con el fin de llevar un control del ejercicio de tu mejor amigo. También puedes sacar fotos de sus paseos y sus experiencias con amigos y familiares. Otra de las funcionalidades es que con la aplicación Dog Walk puedes marcar y ver dónde suele hacer sus necesidades y marcar su posición en el mapa. Esta aplicación puede ser muy útil si te dedicas a pasear perros y quieres llevar un registro de las caminatas para poder mostrárselas a su dueño.


MatchDog: Citas para perros

Podríamos llamar a esta app el Tinder de los perros. Se trata de una red social para perros donde podrás encontrar pareja para tu mascota. Aunque has de saber que con la nueva Ley de Protección Animal la cría de perros estará estrictamente controlada. En esta aplicación, para poder chatear con otros usuarios, es necesario tener un match mutuo. Además cuenta con un directorio de servicios y productos veterinarios, hoteles caninos, estéticas, accesorios y escuelas de adiestramiento.


20 octubre 2021

El perro, salvo excepciones, no muerde de un día para el otro


Lamentablemente la agresividad canina sigue siendo noticia frecuente en diarios, radio y televisión, donde el tema es abordado la mayoría de las veces sin la formación adecuada dando como resultado desinformación más que información.

Es muy penoso que aún mueran niños por el ataque de perros que muchas veces pertenecen a familiares o vecinos. Esto, que puede prevenirse y evitarse, evidencia manejo inadecuado y, en ocasiones, falta de responsabilidad y respeto hacia los otros (personas y animales) de parte de quien está a su cargo. Este comportamiento puede tener diferentes causas e intensidad, y el perro que lo manifiesta ser de edad, peso y tamaño diferentes, mestizos o de raza. Quienes reciben las lesiones más graves son generalmente niños o ancianos, y las heridas son proporcionales a las características del agresor (tamaño, potencia de mordida), y de la víctima (edad, físico) que intervienen en el conflicto y es ahí donde yace el verdadero peligro. 


Los chicos tienen más probabilidad que los adultos de ser víctimas fatales debido a la presión que ejerce la fuerza de mordida del perro respecto del tamaño de su cuerpo, o por la hemorragia causada por el daño de una arteria o vena de la cabeza o el cuello donde se producen muchas de las lesiones. Un estudio estadístico realizado por el Departamento de Urgencias del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cita que anualmente aumentan un 10 % los casos de niños atendidos allí por lesiones causadas por mordeduras graves de perros, que son generalmente de raza indefinida o mestizos porque son los más frecuentes en los hogares del país. 

La mayoría de estos niños poseen entre 4 a 9 años, y más del 50 % de ellos son agredidos por el perro de la familia. Los varones tienen casi 2 veces más probabilidad de ser mordidos porque tienen conductas más atrevidas con el animal y los padres los supervisan menos que a las niñas. En el consultorio de Etología Clínica (Medicina comportamental), las consultas por agresividad de gatos y perros, de diferentes características, también aumentan día a día, ya sea porque muerden a un integrante de la familia, a personas a quien el dueño permitió ingresar al domicilio, o a gente o animales con los que se cruza en la vía pública.

Personalmente creo que esto se debe a que en los últimos años es mayor el número de animales de compañía en los hogares, es menor el espacio de residencia disponible, el propietario permanece muchas horas fuera de la casa (por trabajo, reuniones, deportes, etc.) y es menor el tiempo que dedica a su educación, socialización y habituación a diferentes estímulos, y además, muchas parejas jóvenes o personas solas adoptan un animal y lo tratan como si fuera un niño sin considerar que gatos y perros pertenecen a otra especie con características y necesidades propias distintas a las del ser humano. 

Respecto de los perros, la mayoría consulta porque “de pronto” comenzó a morder. Pocos lo hacen cuando manifiesta los primeros signos de agresión, y muchos menos aún, lamentablemente, cuando es cachorro para prevenir que desarrolle en el futuro agresividad hacia personas o animales, ésta última sería la opción más adecuada.
El perro pertenece a una especie que vive en grupos bien organizados y utiliza la agresión para alcanzar y defender lo que necesita para subsistir y reproducirse. Por lo tanto, en ocasiones, el comportamiento que manifiesta el animal puede considerarse normal para la especie pero siempre es inaceptable cuando es parte de una familia, pero en otros casos la conducta agresiva del perro es un signo de enfermedad del comportamiento, de todas maneras, en ambas situaciones es necesario realizar el tratamiento etológico para evitar que lesione a terceros.

Es frecuente escuchar que el perro muerde porque es alfa. Sin duda, hay individuos con mayor temperamento que otros, pero el alfa no nace, se hace día a día en función de los privilegios que el propietario le otorga. Además, aunque lamentablemente esté muy arraigado en nuestro medio, hay que considerar que no es con malos tratos como se educa bien al perro, porque muchas veces la agresividad del propietario desencadena la respuesta agresiva del animal.


Se debe recordar que, aunque a veces sorprendan sus reacciones a quienes desconocen como se comunica esta especie (el perro), salvo pocas excepciones, no comienza a morder de un día para otro. Para imponerse o defenderse, previo a morder, emite muchas señales que indican que finalmente lo hará si continúan las condiciones que generan el conflicto, si es así el comportamiento agresivo progresa y estas señales pasarán desapercibidas hasta desaparecer finalmente cuando se instala la enfermedad de conducta grave y peligrosa por sus consecuencias.


Entre las actitudes que advierten la necesidad de consultar al veterinario se encuentran, entre otras, las siguientes:

- Que un cachorro gruña o muerda al veterinario, o a otras personas o animales en el hogar o en la vía pública. Es importante considerar que a partir de los 2 meses de edad debe tener buen control de mordida y movimientos y por lo tanto no tiene que lesionar con sus dientes las manos, brazos o piernas de quien interactúa con él, la excusa de los dientes de leche es solo eso, una excusa

- Hay que estar atentos si el juvenil o adulto embiste, golpea o araña puertas o ventanas cerradas cuando se lo aísla del grupo social; si se aferra a brazos o piernas de las visitas, o del propietario cuando este lo reprende, no cumple sus demandas o lo ignora. También si orina levantando la pata en lugares no permitidos de la casa (muebles, paredes...), sobre la ropa o elementos de la familia, o incluso sobre las personas.

- Si exige con ladridos alimento, agua, su sillón preferido, que le abran la puerta para entrar o salir... También si mira amenazante, eleva los pelos del dorso, e impide el paso al propietario cuando este deambula por la casa o desea entrar en una habitación, o golpea con el hocico sobre el cuerpo de la persona, se abalanza, o muerde o pellizca las mangas, pantalones, zapatillas… cuando se retira del espacio, o no hace lo que desea.


- Así mismo, si gruñe o levanta los labios al ser acariciado o abrazado, cuando se lo mira a los ojos o frente al reto. También si muestra signos de agresión cuando alguien se aproxima o toca su manta, juguetes, comida, pasa sobre él, o se le aproxima o acaricia cuando descansa.

- Si impide el paso o ladra o gruñe a las visitas, no permite al dueño conversar con otros, o ladra de manera agresiva o gruñe a perros o personas (niños o adultos) en la vía pública o desde el vehículo…
 
Entonces, si el perro manifiesta signos como los citados, u otras señales de agresividad hacia las personas o animales la Etología Clínica posibilita diagnosticar que está sucediendo y el tipo de agresión que manifiesta y, a partir de allí, indicar el tratamiento, independientemente de su edad, sexo y raza, para corregir la conducta y recuperar el bienestar del animal y la familia.

Es necesario recordar que la conducta agresiva puede evitarse mediante la adecuada habituación del cachorro a diferentes estímulos, su socialización con personas y animales diferentes, una comunicación correcta y condiciones de manejo acordes a las características propias del individuo, evitando siempre los malos tratos, ya que estos dificultan el aprendizaje y predisponen a la aparición de miedo, ansiedad y más agresividad.

 

Fuente: FOYEL | Dra. Silvia I.N. Vai

18 octubre 2021

El cuidado dental del perro


¿Acaso tu mascota no merece una sonrisa impecable?


Por supuesto que las mascota no se les lavan los dientes todos los días como a nosotros, pero sí existen tratamientos preventivos del depósito de sarro dental.

Existen distintos tratamientos dependiendo del estado dental del perro, por ejemplo: si el animal ya tiene depósito de sarro dental, caracterizado en general por presentar aliento feo (halitosis), se deberá realizar entonces en principio una limpieza, ésta se realiza muchas veces con sedante y en algunos casos con anestesia, las placas se eliminan a través de ultrasonido o raspadores dentales.

La prevención del sarro dental en las mascotas se basa en limpiezas con líquidos (gel antiplaca) que se aplican 2 ó 3 veces por semana.

La dieta dura como es el alimento balanceado favorece la limpieza haciendo que el diente penetre en el grano.

Los huesos también ayudan, pero existe cierto riesgo de que al tragar astillas o partes de éste se pueda lastimar al tracto gastrointestinal o bien producir obstrucciones (de riesgo quirúrgico).



Cada 6 meses es conveniente acercar a su amigo de cuatro patas al Veterinario para un control dental completo, además de un examen clínico general. 


El cuidado dental del perro

La persistencia de dientes de leche en los perros, la poliodoncia (dientes supernumerarios) y la oligodoncia (falta de dientes) son las tres anomalías genéticas dentarias que se diagnostican con más frecuencia.

Otro grupo importante son la hipoplasia del esmalte, la acromacia, los cuerpos extraños encajados entre los dientes y las fracturas de dientes y caries, con o sin fístula asociada, como enfermedades adquiridas.

No obstante, son sin duda, las periodontopatias las lesiones que lamentablemente ocupan un lugar muy destacado en nuestra rutina clínica diaria.

Las enfermedades de la mucosa bucal del perro, (síndrome gingivitis - periodontitis - placas - sarro dental), es especialmente importante en perros de razas miniatura, pequeños y medianos.

A pesar de que son los yorkshire terrier, caniches y cocker los perros de razas puras más afectados de sarro dental, le superan en nuestra casuística los cruza o de raza indefinida, por lo que no se puede entonces hablar de predisposición racial de la "enfermedad del sarro", sino más bien de causas favorecedoras: un cariño mal entendido por parte de sus dueños que le permiten "picoteos", o una dieta blanda incorrecta y una carencia total de higiene dental profiláctica.

Entre los perros cazadores en cuya dieta figura el pan duro y los huesos grandes, y entre los perros de guardia y defensa, que a menudo ejercitan su dentadura, raramente diagnosticamos sarro dental. Ello quiere decir que los alimentos del perro deben ser abrasivos, para que a la vez que los nutren les permita mantener una dentadura sana, y es por lo que aconsejamos a nuestros clientes acostumbren a sus perros a alimentos balanceados secos, en lugar de comidas húmedas, y a que traten de eliminar los caprichos en forma de aperitivos que además favorecen la obesidad y otras enfermedades orgánicas.

De verdad, preferimos hacer un chequeo periódico con una limpieza de boca superficial mediante sedación, que el tener que someter al paciente a una limpieza de boca profunda bajo anestesia general con extracción de piezas dentarias infectadas y no funcionales.

Desgraciadamente el propietario de los perros suele solicitar nuestros servicios clínicos veterinarios cuando el olor de boca de su perro es insoportable, cuando el aflojamiento de los dientes le provoca dolor que le impide comer con normalidad, o cuando cambia el carácter de su compañero, que se torna triste y apático o agresivo.

13 octubre 2021

¿Qué hay de nuevo entre perros y humanos?


La interacción entre perros y humanos desde un punto de vista científico.

Hoy en día, ningún otro animal doméstico acapara tanto la atención de los científicos como el perro. En este sentido, las investigaciones se centran especialmente en los dos ámbitos más importantes: «El aprendizaje, la cognición y la inteligencia de los perros» y «La interacción y el apego entre el perro y el hombre». 

A continuación, se describirán los principales resultados de las investigaciones más actuales asociadas al tema de «la interacción y el apego». 



Se trata de una cuestión que no sólo resulta de interés para los dueños de los perros, que podrán saber qué piensa su perro de ellos o si les tiene afecto, sino también de un tema muy interesante para los científicos. ¿Se fundamenta este «amor» en la reciprocidad? Es decir, ¿le interesa tanto a un perro establecer un vínculo estrecho con su dueño como al contrario? ¿O se trata más bien de un anhelo del ser humano de que nuestros perros nos «quieran»? Y de ser cierto que a los perros les resulta importante este apego a los hombres, ¿cuál es el motivo que subyace a este hecho? ¿Será porque les alimentamos y les proporcionamos un lugar confortable donde dormir, o se esconde algo más?

Desde los años 40, se viene investigado exhaustivamente el surgimiento y los cambios en las relaciones humanas (del inglés, attachment). La teoría del apego resultante, desarrollada por Bowlby, Robertson y Ainsworth, parte de la base de que los humanos sienten una necesidad innata de establecer relaciones con otras personas y que, gracias a estos vínculos, las personas ganan la confianza necesaria para, por ejemplo, salir a explorar el mundo. En los niños pequeños, una distancia demasiado amplia con la persona de apego puede llegar a provocar estrés. Aquellos niños que crecen en una «situación de apego segura» se convierten con el tiempo en adultos con grandes competencias sociales, llenos de fantasía, con una elevada tolerancia al estrés, mayor capacidad de concentración y, en general, más seguros de sí mismos que aquellos que carecieron de ese apego seguro. Este hecho también se denomina «efecto de base segura» o «efecto de refugio seguro».

James Serpell, conductista norteamericano, describe la relación entre los perros y los humanos como asimétrica, como una relación basada en la dependencia que se asemeja a la que se da entre padres e hijos. Partiendo de esta hipótesis, Gacsi y sus colaboradores del grupo de investigación etnológica de la Universidad de Budapest, comenzaron hace unos años a observar a los perros y a sus dueños en un experimento muy simple. Observaron el comportamiento de los perros y procedieron a medir su ritmo cardiaco durante dos encuentros con personas amenazantes desconocidas: en una de las ocasiones el perro se encontraba solo en una sala y, en la otra, el dueño del perro estaba presente. Como reacción a la presencia de esos desconocidos, los perros mostraron en general un pulso acelerado y, dependiendo de cada caso en concreto, un comportamiento de estrés. Sin embargo, en presencia de su amo, la reacción era notablemente inferior a la que se producía cuando el perro se encontraba solo. En este caso, el orden sí desempeña un papel fundamental en los acontecimientos. En uno de los grupos, los perros se encontraban primero a solas con las personas desconocidas y, a continuación, se producía el encuentro en presencia de sus dueños; en el otro grupo, el orden era el inverso.

Cuando el perro se encontraba primero a solas con el desconocido y luego lo volvía a ver en presencia de su dueño, el ritmo cardiaco y el comportamiento mostraban una intensidad diferente (la presencia del dueño confería seguridad al perro). Sin embargo, los perros también mostraban un aumento notable del ritmo cardiaco y el estrés estando en presencia de sus dueños. No obstante, cuando el perro se encontraba primero con el desconocido en presencia de su dueño y, a continuación, estando solo, el estrés y el pulso se mantenían notablemente por debajo. Los investigadores explicaron este hecho por un efecto de aprendizaje: el propietario tiene una suerte de efecto memoria que permite al perro enfrentarse más relajadamente a un factor de estrés recurrente sin la presencia de su dueño. Resulta interesante que, en todos los casos, los propietarios de los perros se mostraban pasivos, es decir, simplemente «estaban allí» y no interaccionaban en modo alguno con los perros. 

La conclusión general de los investigadores en relación a éste y otros experimentos similares es que en la relación «perro-dueño» se producen efectos análogos a los que se producen en la relación «padres-hijos»: el efecto de base segura se da también en los perros (Gacsi, 2013). En 2013, Horn y sus colaboradores llegaron a un resultado similar al enfrentar a diferentes perros a situaciones complejas con diversos sujetos de ensayo. En presencia de sus dueños, los perros intentaban resolver las diferentes tareas con más ahínco y proactividad que cuando estaba presente un desconocido. 

¿Por qué se produce este hecho? Lo más probable es que, durante la prehistoria, los primeros lobos no buscaran activamente un «refugio seguro» y se relacionaran con los hombres sin más. Sin embargo, la «seguridad», en su sentido más amplio, sí ha desempeñado un papel decisivo en la evolución de la extraordinaria convivencia entre animales y humanos sobre la faz de la tierra. 

01 octubre 2021

Cómo pasear a un perro para que no tire de la correa

 

¿Tu perro tira de la correa y ni los consejos de César Millán te sirven? ¿Estás desesperado para lograr que tu perro no tire tanto? Si la razón por la que no quieres salir a pasear con tu mascota es porque tu perro no quiere caminar con correa, en este artículo te damos unos tips que te podrán ser de mucha ayuda para que desaparezcan esos paseos incómodos y sea una actividad que ambos disfruten. Te explicaremos a cómo entrenar a un perro con correa, pero recuerda que lo mejor siempre será que contactes con un etólogo.


¿Cómo pasear a un perro con tirones? 

Esta pregunta es muy frecuente ya que es uno de los problemas más comunes que enfrentamos los dueños de perros. La respuesta a la pregunta de cómo pasear a un perro con tirones la encontrarás aquí. Si no sabes qué quiere decir esto, es una situación en la que las mascotas se emocionan mucho o no fueron enseñadas a pasear junto de su dueño desde pequeños.


Causas por la que tu perro tira o jala de la correa

La razón principal por la que los perros tiran de la correa es por qué están demasiado emocionados por salir a dar su paseo. Usualmente solo tiran de la correa los primeros 10 minutos del paseo hasta que empiezan a relajarse y a caminar con más calma.

Energía acumulada.

Ansiedad.

Puede ser que tenga un problema más grave tipo psicológico el cual debe tratar un especialista.


Tips para que tu perro no tire de la correa

Lo mejor siempre es educarlo y enseñarle desde cachorro para que se acostumbre siempre a que debe estar junto a ti. Si tu perro ya es adulto también será posible acostumbrarlo pero te costará un poco más de trabajo. Cualquiera que sea tu caso, debes tener paciencia, tiempo y constancia.

Puedes empezar seleccionando una zona no tan concurrida para que no haya tantas distracciones en el entorno.

Jugar con tu perro antes de salir al paseo, quemará un poco de esa energía acumulada que hace que jale más de la correa.

Procura sacar a tu perro a sus paseos de 2 a 3 veces por día.

Deja que tu mascota olfatee y se asocie bien con el entorno y también que haga sus necesidades sin estarlo jalando o apurando.

Lleva snacks o premios al paseo.


Enséñale a caminar junto a ti

No es necesario que la correa sea muy corta, puedes sostenerla del extremo de manera que quede curvada para que el perro esté a tu lado y la correa no esté tensionada. Normalmente somos nosotros los que tensionamos la correa si vemos que se acerca otro perro, esto es algo que no se debe hacer ya que al tensionar la correa estamos transmitiendo inseguridad a nuestro perro e incitándolo a tirar de ella. Una vez que el paseo inicia y vemos que nuestro perro se nos adelanta, debemos dar media vuelta para cambiar de sentido y llamarle para que nos siga. Esto se debe repetir cuantas veces sea necesaria para enseñarle que debe seguirnos siempre. Aquí es cuando usamos los premios para darle cuando lo haga bien. Cuando tu perro intente adelantarse, debes tensionar un poco la correa y quedarte parado quieto. Esperar a que tu perro se coloque a tu lado para que puedan continuar con el paseo.



En definitiva, el consejo más útil que te puedo dar es que tengas paciencia, pues no es fácil para un perro que haga lo que queramos en tan solo 2 o 3 entrenamientos. Así que mucha paciencia y constancia. 


Fuente: cuidamimascota.com