30 noviembre 2022

La bartonelosis en los veterinarios, una amenaza invisible


Los veterinarios pueden contraer muchas zoonosis de sus pacientes animales, incluida la bartonelosis, en particular la fiebre por arañazo de gato causada por B. henselae, transmitida por gatos y pulgas de los felinos.



Un estudio publicado en 2014 encontró ADN de al menos una especie de Bartonella en el 28 % de los 114 veterinarios y técnicos veterinarios examinados. Debido a que solo se tomó una muestra de sangre de cada participante, la verdadera prevalencia podría haber sido mayor dada la naturaleza recurrente de las bacteriemias por Bartonella.

Como parte de la investigación, la especie presente en los participantes del estudio se pudo determinar para 27 sujetos. En este sentido, Bartonella henselae fue la más numerosa, encontrándose en 15 de ellos. Bartonella vinsonii estaba presente en 7 individuos, Bartonella koehlerae en 6 personas, mientras que, por último, Bartonella volans aparecía solo en uno.

Entre los sujetos positivos a Bartonella, el 70 % describió dolores de cabeza que ocurrían de forma recurrente. Además, aproximadamente el 68 % de las personas positivas a la bacteria también informaron de mayor irritabilidad, en comparación con las personas libres de la infección.

Michael Lappin, profesor de enfermedades infecciosas de la Facultad de Veterinaria y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Colorado, EEUU, señala que “el mayor riesgo que conllevan las pulgas y que podrían enfermarlo como veterinario o propietario es, en realidad, Bartonella. Pensamos en ello como fiebre por arañazo de gato, pero realmente la bacteria llega a las garras del felino por la suciedad o excrementos de las pulgas”.

24 noviembre 2022

Un estudio con perros abre las vías para la detección temprana del cáncer


Una nueva investigación ayuda al avance de la ciencia en la detección y el tratamiento temprano del cáncer, tanto en humanos como en perros 

El cáncer es la principal causa de muerte en el mundo. Tal y como informa la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo en el 2020 se atribuyeron a esta enfermedad casi 10 millones de defunciones. Una enfermedad que aparece sin previo aviso y que, según recoge la American Society of Clinical Oncology, las causas suelen ser de tipo hereditario, por condiciones ambientales o de estilo de vida. 



Esta afección perjudica a humanos y a animales por igual, y la detección temprana supone una de las variables más importantes a la hora de tratarla. Según los expertos, muchos tipos de cáncer en perros o humanos se diagnostica tarde, es decir, cuando el cáncer está avanzado y causando daños. "Las primeras etapas del cáncer, como el cáncer de vejiga, pueden no producir ningún síntoma y, por lo tanto, el cáncer pasa desapercibido. Pero, cuando los síntomas se desarrollan, se asemejan a los de una infección del tracto urinario, lo que a menudo provoca un tratamiento con antibióticos”, explican.

Con el objetivo de conocer más sobre el diagnóstico precoz del cáncer, un equipo de investigadores estadounidenses ha llevado a cabo una investigación que ha hecho que, una forma grave de cáncer de vejiga en perros, y con análogos en la salud humana, sea más fácil de detectar y tratar antes de que se vuelva más avanzado.

Para el estudio, siguieron a un grupo de 120 terriers escoceses, raza con predisposición a sufrir este tipo de cáncer, durante tres años, realizando ecografías del tracto urinario y análisis de orina cada seis meses. Cuando esas pruebas generaron sospechas de cáncer, el equipo realizó biopsias cistoscópicas. Treinta y dos de esos 120 perros resultaron tener cáncer de vejiga en etapa temprana. La prueba detectó el cáncer antes de que los síntomas comenzaran a aparecer y antes de que cambiaran el comportamiento y la salud de los perros. El equipo también evaluó la precisión de dos tipos de pruebas de orina disponibles comercialmente para la detección del cáncer de vejiga, pero descubrió que esas pruebas no predecían ni identificaban con precisión el cáncer.

Esa detección precoz le dió a los autores la capacidad de tratar el cáncer temprano y estudiar la forma en la que el cáncer y los tumores cambiaron y se desarrollaron a nivel molecular a medida que avanzaba.

09 noviembre 2022

"Un homme et son chien" (Película)


"Un homme et son chien" (Un hombre y su perro) es una película francesa dirigida por Francis Huster, rodada en 2008, estrenada en 2009 y protagonizada por Jean-Paul Belmondo, quien volvió a los sets luego de estar siete años retirado tras haber sufrido un ACV. Esta fue su última película. Belmondo falleció el 6 de septiembre de 2021 a los 88 años.



La película trata sobre un hombre mayor, jubilado, que vive en una casa de la que debe irse pues la dueña viuda ha decidido casarse nuevamente y ya no hay lugar para él. El hombre no tiene familia ni amigos y todo lo que le queda en la vida es su perro.


"Un homme et son chien" (Secuencia final del film) :



Es una remake de la película italiana "Umberto D." (1952),  de Vittorio De Sica y protagonizada por Carlo Battisti, quien era escritor y profesor de lingüística en la Universidad de Florencia. Esta fue la única película en la que actuó Battisti.



08 noviembre 2022

Pavlov estaba equivocado


Los perros prefieren las felicitaciones de sus dueños a la comida, según un estudio


Desde este momento, la frase "Qué vida más perra" adquiere otro significado. Un nuevo estudio realizado por la revista Social, Cognitive and Affective Neuroscience muestra que los perros prefieren las felicitaciones de sus dueños a la comida. La investigación es una de las primeras en combinar los datos de imágenes del cerebro con los experimentos de comportamiento para explorar las preferencias de recompensa de los perros. 

"Estamos tratando de comprender la base del vínculo entre perros y humanos y si es, sobre todo, acerca de la comida o acerca de la relación en sí misma", ha afirmado el neurocientífico de la Universidad de Emory y autor principal de la investigación, Gregory Berns. "De los 13 perros que completaron el estudio, se encontró que la mayoría de ellos o anteponían el cariño de sus dueños a los alimentos o parecían tener preferencia por ambos por igual. Sólo dos de los perros mostraron una fuerte preferencia por la comida", ha explicado.

LOS PERROS DE PAVLOV

Los perros estuvieron en el centro de los más famosos experimentos de condicionamiento clásico llevados a cabo por Ivan Pavlov a principios del siglo XX. Pavlov demostró que, si los perros están entrenados para asociar un estímulo particular con los alimentos, los animales salivan con la mera presencia del estímulo, a la espera de la comida.

"Una de las teorías acerca de los perros es que son primariamente máquinas de Pavlov: sólo quieren comida y sus propietarios son simplemente el medio para conseguirlo —ha señalado Berns— Otra teoría más actual, habida cuenta de su comportamiento, es que los perros valoran el contacto humano en sí mismo"

Berns dirige el Dog Project en el Departamento de Psicología de Emory, que está investigando cuestiones evolutivas que rodean al mejor y más antiguo amigo del hombre. 
El proyecto fue el primero en entrenar a los perros para entrar voluntariamente en un escáner de resonancia magnética funcional (fMRI) y permanecer inmóviles durante la exploración, sin restricción o sedación. En investigaciones anteriores, se identificó la región del núcleo caudado del cerebro canino como un centro de recompensa. También mostró la forma en que la región del cerebro de un perro responde con más fuerza a los aromas de los humanos conocidos que a los olores de otros seres humanos, o incluso a las de los perros familiares. Para el presente experimento, los investigadores comenzaron el entrenamiento de los perros asociando tres objetos distintos para diferentes resultados. 
Un camión de juguete de color rosa marcó una recompensa de comida; un caballero azul de juguete señaló elogio verbal del propietario; y un cepillo para el cabello no señaló ninguna recompensa, sirviendo como control.

Entonces, los perros fueron probados con los tres objetos en una máquina de resonancia magnética funcional. Cada perro fue sometido a 32 ensayos para cada uno de los tres objetos mientras se registraba su actividad neural. Todos los perros mostraron una activación neuronal más fuerte para los estímulos de recompensa en comparación con el estímulo que no señalizó ninguna recompensa, y sus respuestas abarcaron una amplia gama. Cuatro de los perros mostraron una particularmente fuerte activación para el estímulo que marcó el elogio de sus propietarios. Nueve de los perros mostraron una activación neuronal similar tanto para el estímulo del elogio como para el estímulo de los alimentos. Y dos de los perros mostraron consistentemente una mayor activación cuando se mostró el estímulo para la comida, según el estudio. 

Los perros se sometieron a un experimento de comportamiento. Cada perro estaba familiarizado con una habitación que contenía un simple laberinto en forma de Y: Un camino del laberinto llevaba a un plato de comida y el otro camino al dueño del perro. Los propietarios estaban sentados de espaldas a sus perros. Entonces, el perro fue puesto en libertad en varias ocasiones en la habitación y le permitió elegir uno de los caminos. Si iban con el dueño, el dueño les felicitaba.

"Hemos encontrado que la respuesta del caudado de cada perro en el primer experimento se correlacionó con sus opciones en el segundo experimento —ha añadido Berns— Los perros son individuales y sus perfiles neurológicos se ajustan a las opciones de comportamiento que adoptan. La mayoría de los perros se alternaron entre el alimento y el dueño, pero los perros con la respuesta neural más fuerte hacia los elogios optaron por ir con sus propietarios de 80 a 90 por ciento de las veces. Se muestra la importancia de la recompensa social y el cariño a los perros. Puede ser análoga a la forma en que los seres humanos sentimos cuando alguien nos elogia".


Fuente: Huffington Post

05 noviembre 2022

Loa perros, compañía de gauchos e indios


Introducidos en América por los conquistadores, fueron fieles laderos de los pobladores del Río de la Plata. Si bien existieron en América algunos tipos de canes, la primera introducción del perro en los campos rioplatenses fue obra de los conquistadores españoles, para que colaborasen en la guerra y la caza. Aquí se multiplicaron con tanta facilidad como las vacas y los caballos. Con el tiempo, muchos perros adquirieron carácter cimarrón y se agruparon en jaurías tan abundantes como peligrosas. En las orillas de Buenos Aires se les tenía temor y nadie circulaba a pie sin estar prevenido de un posible ataque.

El Viejo Vizcacha

En las tolderías del indio y en el rancho del gaucho siempre estuvieron presentes. Según el segundo hijo de Martín Fierro: "Vizcacha(*) andaba rodiao de perros que eran todo su placer; / jamás dejó de tener / menos de media docena; / mataba vacas ajenas / para darles de comer". El viejo dormía entre ellos (cosa que hacían muchos para apaciguar el rigor de los inviernos) y entre ellos murió. Los mencionó en dos de sus consejos, cuando dijo que no había que detenerse donde se vieran perros flacos, y que no debía creerse "en lágrimas de mujer ni en la renguera del perro".

En 1845, el médico y naturalista Francisco Javier Muñiz redactó sus "Voces usadas en las Repúblicas del Plata, la Argentina y la Oriental del Uruguay", y dedicó varias líneas al can. Dijo: "Nuestros campesinos miran en el perro un compañero útil para la caza de los avestruces. A más del servicio importante que les prestan, defendiéndolos del tigre, les proporcionan, sin costo, abundante cosecha de mulitas, peludos, perdices, etc. Por eso dicen que el perro es el mejor compañero del pobre. Donde dentra el cristiano, dentra el perro. Cuando no fuesen mis bolas, mis perros me darán de comer, porque sin ellos no somos nadie en el campo".
Muñiz también reseñó al perro ovejero, "que cuida la majada y que hace con ella las veces de pastor". No es posible saber si se refería al collie escocés, aunque es factible que los británicos, promotores de la ganadería lanar, ya hubiesen introducido algunos. De todos modos, el cuidado de las razas no parece haber sido importante en esos años, y en la tarea de arrear vacas y ovejas también figuran perros criollos.
"Un alto en el campo"

Los ejemplares que muestran pintores como Mauricio Rugendas o León Pallière son de diversos aspectos. En "Un alto en el campo", obra del primero, aparece uno lanudo y un tanto rechoncho y otro flaco, con pinta de galgo.

Los gozques
La mixtura libre fue dando, sin embargo, cierto aspecto preponderante en algunas zonas. Así, en la Banda Oriental, nació una raza que tras ser criada y estandarizada derivó en el calificado Cimarrón Uruguayo o Gozque. A este tipo de can se refirió José Gervasio de Artigas al contestar una propuesta que le hizo llegar, a través de un emisario, el general portugués Lecor: "Dígale a su amo que cuando me falten hombres para combatir a sus secuaces, los he de pelear con perros cimarrones".

Cimarrón Uruguayo

Guillermo H. Hudson recordó en "Allá lejos y hace tiempo" al líder de los perros de la estancia paterna, llamado César, que "era superior a todos los demás perros de la casa (doce o catorce), tanto en inteligencia y en valor como en tamaño", aunque se trataba de un perro común. Colaboraba en la guardia nocturna y la junta del ganado. Murió de viejo y nadie se animó a cortarle la agonía final, "porque no se acostumbraba en el país matar a un perro porque llegase a viejo". Sí tuvo que sacrificarlo el paisano Rosendo, del popular poema nativista El Malevo, de Osiris Rodríguez Castillos. Es que el fiel compañero había adquirido rabia.


Fuente: Diario La Nación>Campo>Rincón Gaucho

(*)  Vizcacha: se refiere al Viejo Vizcacha, personaje de "Martín Fierro" de José Hernández

02 noviembre 2022

Limpieza de las orejas del perro


Junto con el olfato, la audición es uno de los sentidos más utilizado por los perros. El pensamiento de los perros es canalizado entre ambos sentidos. El canal auditivo del perro es en forma de L y desciende verticalmente dando vuelta horizontal a 90º antes de alcanzar el tímpano. De esta manera el tímpano del perro está mejor protegido que el de los humanos.

Mantener los oídos limpios del perro previene los problemas más comunes como los son el enrojecimiento, la hinchazón, los malos olores, el picor y la cera.  Los perros con orejas grandes y caídas o con pelo dentro  necesitan atención especial para prevenir infecciones.

Al comenzar la rutina de limpieza, se debe tener mucha precaución, ya que es un área sensible y podría afectar la audición. El proceso es sencillo y debe emplearse una vez al mes. Se recomienda lavar las orejas con agua oxigenada o con agua a temperatura ambiente, al menor indicio de olor. Otra manera de lavarlas es con aceites minerales o productos veterinarios a tal fin. En este caso introducir dos gotas en cada oreja y masajear por un minuto en la base.

Luego preferentemente con una gasa (o papel higiénico o de rollo de cocina) y utilizando un dedo y haciendo suaves movimientos, limpie la oreja hasta donde llegue el dedo para remover la suciedad encontrada. Se debe prestar mayor atención en los pliegues en donde se acumula la mayor cantidad de cera. No utilizar la misma gasa en ambas orejas.




No utilizar hisopos o bastoncillos de algodón en  en el interior del oído, si no se tiene experiencia en ello. Limpiar solamente la zona visible.

Después de realizado el proceso el perro sacudirá su cabeza para expulsar el residuo del líquido que quedó en su oreja. Si su perro es propenso a infecciones auditivas, utilice productos formulados para limpiar y secar el exceso de humedad en el canal auditivo. Para las mascotas con heridas abiertas, es recomendable no realizar el proceso en su casa y consultar al veterinario.

Revise regularmente los oídos de su perro, para así prevenir infecciones y enfermedades dolorosas y que puedan dañar sus oídos permanentemente. Si cree que está ante un problema que no puede controlar, llévelo al veterinario.


Fuente: Foyel