28 febrero 2019

Enfermedad de von Willebrand en perros

Por Ernest Ward, DVM 

¿Qué es la enfermedad de von Willebrand?

La enfermedad de Von Willebrand (vWD) es el trastorno hemorrágico hereditario más común tanto en humanos como en perros. Es causada por una deficiencia en la cantidad de una proteína específica necesaria para ayudar a que las plaquetas (las células sanguíneas utilizadas en la coagulación) se peguen y formen coágulos para sellar los vasos sanguíneos rotos. La proteína deficiente se llama factor de von Willebrand (vWF).

¿Qué razas son más comúnmente afectadas por vWD ?

Al menos treinta razas diferentes se ven afectadas, pero el Doberman Pinscher es la raza con la mayor incidencia de vWD. De los 15,000 Doberman seleccionados en un estudio de investigación, más del 70% fueron portadores de la enfermedad. Afortunadamente, la mayoría de estos no mostraban signos de la enfermedad en el momento de la prueba. Sin embargo, el número de Dobermans con un historial de sangrado parece estar en aumento. Aunque los Dobermans son comúnmente afectados, usualmente tienen la forma más leve de la enfermedad. La edad promedio en el momento del diagnóstico para esta raza es de aproximadamente cuatro años.

Otro estudio mostró que el 30% de los terriers escoceses y el 28% de los perros pastor de Shetland tenían concentraciones anormalmente bajas de factor von Willebrand. Los perros perdigueros de Chesapeake y los terriers escoceses se ven afectados con la forma más grave de la enfermedad.

¿Cuáles son algunos de los signos de la vWD?

Muchos perros con vWD nunca muestran evidencia externa de tener la enfermedad. Otros pueden sangrar espontáneamente por la nariz, la vagina, la vejiga urinaria o las membranas mucosas orales. El sangrado prolongado después de un traumatismo o cirugía es un hallazgo clínico común, y los moretones o sangrados después de un procedimiento de esterilización quirúrgica (esterilización o castración) pueden ser la primera vez que se detecta una anomalía. Las hembras pueden sangrar excesivamente después de dar a luz. En perros afectados con sangrado incontrolable, puede ocurrir la muerte.


¿Cómo se diagnostica la vWD?

Se puede realizar una prueba de detección, llamada tiempo de detección de la mucosa bucal, en el consultorio del veterinario. El sangrado prolongado con esta prueba puede aumentar la sospecha de la enfermedad, especialmente en razas que se sabe que están en riesgo. Para confirmar el diagnóstico, se puede determinar la cantidad exacta del factor von Willebrand presente en la sangre a través de un análisis de sangre de laboratorio muy preciso.

A menudo, los Doberman se han sometido a procedimientos quirúrgicos de rutina, como la esterilización quirúrgica, o cirugía estética, como el corte de la cola de cachorro. Una recuperación sin complicaciones de tales procedimientos no elimina la posibilidad de que un perro pueda verse afectado con vWD. Algunos perros no se vuelven "sangrados" obvios hasta más tarde en la vida.

¿Hay situaciones que supongan un mayor riesgo si mi perro se ve afectado?

Evitar ciertos medicamentos es fundamental para el perro con vWD. Las drogas que pueden inducir una crisis de sangrado en el perro incluyen las siguientes: 

Aspirina / Antihistamínicos
Antibióticos a base de Sulfa / Fenilbutazona
Ibuprofeno / Estrógenos
Ampicilina / Amoxicilina / Penicilina
Fenotiazina /tranquilizantes / Heparina
Teofilina

24 febrero 2019

Perros famosos


Desde la mitología griega, con el bicéfalo Can Cerbero, hasta nuestros días, con el inteligente Mister Peabody, pasando por las fábulas de Esopo, nuestra imaginación siempre dispone de un sitio privilegiado para los perros. 

Estos personajes, todos ellos imaginarios, pueden parecerse en mayor o menor medida al perro real, tanto por su imagen como por su comportamiento, pero lo que sí tienen en común es que nos inspiran gran simpatía. Es verdad que existen muchos perros reales que han alcanzado algún tipo de reconocimiento, como Laika, la perra enviada al espacio en el Sputnik 2 pero que falleció apenas seis horas después de iniciarse el despegue; Belka y Strelka, perritas astronautas rusas; Boo, uno de los casos más sorprendentes de perro famoso, el Pomerania procedente de Japón cuya particular imagen de peluche viviente ha hecho que su perfil en Facebook haya sido uno de los más visitados durante 2013, y Troylo, el perro de Antonio Gala a quien le dedicó “Charlas con Troylo”

Sin embargo, en este artículo vamos a centrarnos en aquellos que son producto de nuestra imaginación. Pues bien, dado que son cientos, quizá miles, los perros de ficción que han alcanzado algún tipo de fama, nosotros solo vamos a hacer una pequeña recopilación, ya que habría para un tratado completo. Para empezar hemos elegido a aquellos cuyo origen está en la literatura, hayan atravesado las fronteras del papel impreso o no. Entre el ingente número de perros “literarios” está, cómo no, el galgo flaco de Don Quijote; el perro de los Baskerville, de Arthur Conan Doyle, o Colmillo Blanco, que vio la luz en 1906, el personaje que dio título a la obra de Jack London y que fue llevada al cine en 1991. 

En cuanto a los perros protagonistas de las películas, debemos empezar por aquellos cuyo nombre les da título. Quizá no sean los más conocidos por los mayores, pero sí por los niños: Doogal, por un lado, y Bolt, por otro; sin embargo, también están los clásicos Lassie o Rin Tin Tin. Como curiosidad, debemos decir que este fue un Pastor Alemán que recibió un premio Oscar, aunque después se lo arrebataron para no restar seriedad a los premios. Por su parte, en la década de 1940, Lassie se hizo tan famosa que acabó cambiando el nombre de la raza a la que pertenecía, al menos para el gran público. ¿Quién dice “¡Mira, un Collie!” en lugar de “¡Mira, un Lassie!”? Claro que la saga “Lassie” ha continuado hasta nuestros días. 


También como protagonista que da título a un buen número de películas está el adorable Beethoven, ese San Bernardo que se convierte en toda una pesadilla sin pretenderlo. Por supuesto, están los “actores secundarios” que no pasan inadvertidos, como el Jack Russell de Charles Chaplin; el Cairn Terrier de Dorothy en “El Mago de Oz”, que se llamaba Toto; incluso, Jake, un Carlino compañero de Finn, de la serie “Adventure Time”. Pero esta lista continúa, por ejemplo, con Einstein, un perro que aparecía en la película “Volver al futuro”; con Max, en “El Grinch”; con Pooka, de la película de dibujos animados “Anastasia”; con Milo, que aparecía en “La Máscara”; con Max, en “La Sirenita”; con Niebla, en “Heidi”; con Bruno, en “La Cenicienta”, o con Nana, en “Peter Pan”. 


Ya que hablamos de los perros que aparecieron en las películas de Walt Disney, tenemos que mencionar a Pluto, que nació en 1931, pero también a Reina y Golfo, de “La dama y el vagabundo”, que se estrenó en 1955, y a Pongo y Perdita, los protagonistas caninos de “101 Dálmatas”, película estrenada en 1960. Tampoco podemos dejar de mencionar a todos y cada uno de los personajes de estas películas, tanto los amigos caninos que ayudan a los Dálmatas a regresar a casa tras escaparse del cautiverio de Cruella de Vil, como a los perros vecinos de Dama y a los que conoce en la perrera durante el poco tiempo que está retenida.

Tranquilos, que no nos hemos olvidado de Goofy; tampoco de Snoopy, de Cerebro (del inspector Gadget); de Coraje, el perro cobarde; de Odie, el compañero de Garfield; ni de Droopy, de Tom y Jerry; ni de Balin y Balon; ni de Patán, de Pierre Nodoyuna; ni de Scrappy; de Marmaduke; ni de Canuto y Canito; tampoco de Milú, del archiconocido Tintin; ni de Foofur, ni de Huckleberry Hound; ni de SuperCan


Pero podemos seguir con, Lindo Pulgoso, cuya risita es internacional, también con Charlie, de “Todos los perros van al cielo”; con Ralfayete, de “Los Aristogatos”; con el Sabueso, de “El Zorro y el Sabueso”; con Ren, de “Ren y Stimpy”; con Rufo, de los “Muppets Babies”; con Astro, de los “Supersónicos”, y con los tres Mosqueperros


Tampoco podemos olvidarnos de Scooby Doo, un Dogo Alemán que ya en la década de 1970 nos deleitaba con su miedo compulsivo, pero lejos de jubilarse todavía podemos ver nuevos episodios en televisión, al menos en los canales de programación infantil. Nosotros lo habíamos olvidado, pero tiene un sobrino, se llama Scrappy. Hay más: Clifford, un gigante de la serie de televisión “Clifford”, un perro rojo tan grande que hace que todo lo que está a su alrededor parezca pequeño, no solo por su tamaño sino por su personalidad, y Toby, es el simpático cachorro de la película de Disney “Tod y Toby”, un perro cazador que se hace amigo de un cachorro de zorro, Tod. 

Nos faltarían Martha, una perra normal que pudo hablar; Brian Griffin, de “Padre de familia”; Zero, de “El extraño mundo de Jack”; Dug, un Golden Retriever que lleva un collar que le permite hablar y expresar constantemente el inmenso amor que siente por su amo, el anciano Carl; Sparky, el perro que Víctor, su dueño, decide resucitar tras fallecer en un accidente, emulando al doctor Frankenstein pero en una versión de Tim Burton, y Lula, la perrita de Pocoyó, que aun siendo una simple mascota (nada de hablar ni de otras dotes plenamente humanas), siempre está lista para jugar. 


En fin, la lista podría ser interminable: Ayudante de Santa, también conocido como Huesos, el Greyhound que fue abandonado por su primer dueño tras quedar el último en una carrera y que fue adoptado por Burt Simpson. ¿Que no te acuerdas de él? Sí, este perro fue el protagonista del capítulo “Dog of Death”. Si antes hemos visto a los perros plenamente protagonistas, ahora veremos a los coprotagonistas o casi, como Uggie, el Jack Russell de la película “The Artist”; Hachi, el Akita Inu que compartió cartel con Richard Gere en “Siempre a tu lado”; incluso Hooch, el Dogo de Burdeos compañero de aventuras de Tom Hanks en “Socios y Sabuesos”. 

Afortunadamente, la mayoría son perros que representan las mejores cualidades del mejor amigo del hombre, pero otros, como Cujo, de la obra homónima de Stephen King editada en 1981, se decantan por dotarlos de una naturaleza maligna e inquietante. El perro, en la literatura, en el cómic, en el cine o en la más vanguardista de las animaciones digitales, ocupa un lugar preponderante en nuestra cultura. 

Sin embargo, para terminar queremos citar a un perro que realmente no lo es, Dino, ese dinoperro o perrosaurio de raza Snorkasaurio de los adorables Picapiedra.


Fuente: royalcanin.es

23 febrero 2019

Rescató a un perro abandonado en pleno maratón

La atleta lo tomó en sus brazos, cuando los demás competidores lo ignoraron. Corrió con él más de treinta kilómetros, llegó con él a la meta y lo adoptó de inmediato. 

El encuentro se produjo tan solo 11 kilómetros después de la partida, en el maratón de Ratchaburi, en el oeste de Tailandia. Faltaban aún muchas zancadas para llegar a la meta, pero Khemjira Klongsanun no dudó un segundo en agacharse y recoger a este cachorro que lucía indefenso y en peligro de ser arrollado por alguno de los participantes en la carrera atlética. Klongsanun, de 43 años, corrió con él los kilómetros faltantes y ya en la meta tenía claro su nuevo objetivo: adoptarlo. 



El cachorro, un Bangkaew Tailandés, recibió atención médica, vacunas y todo lo necesario para iniciar su vida en un nuevo hogar, el de Khemjira y su familia.

Video:


Fuente: Noticias Caracol

22 febrero 2019

¿Cómo saber si su cachorro está enfermo?

Los síntomas que  alertan que un cachorro está enfermo son los quejidos, posturas extrañas, falta de apetito, inmovilidad. Pueden venir acompañados de cojeras, vómitos, diarreas, mocos, tos, estornudos etc. Otro síntoma muy importante es el estado del pelo del cachorro ya que si en los humanos los ojos son el espejo del alma en los perros el pelo es el espejo de la salud. Suele ser lo primero en resentirse si algo no funciona bien.



Si observa alguno o varios de estos síntomas hay que llevarlo de inmediato al veterinario ya que un cachorro tiene mucho menos recursos que un perro adulto y necesita toda la ayuda posible para superar cualquier enfermedad.




Vómitos
Si el cachorro vomita deberemos observarlo. Si lo vemos alerta y despierto, listo para jugar y si el vómito no se repite, no haremos nada. Por lo contrario, si los vómitos se repiten y el animal esta decaído hay que llevarlo de inmediato al veterinario.

Diarrea

No todas las heces del cachorro serán sólidas. Esto no supone ningún problema a menos que ocurra varias veces seguidas o que esté acompañado de vómitos, decaimiento, falta de apetito.

Tos, estornudos y mocos

Si ocurre de forma esporádica no pasa nada, pero si el cachorro tose o estornuda a menudo hay que llevarlo de inmediato al veterinario ya que pueden ser los primeros síntomas de enfermedades respiratorias o incluso cardiacas.

Fiebre

La temperatura normal de un cachorro se sitúa entre 38,5 y 38,8 ºC. Y al contrario de lo comúnmente se oye, no se puede tomar la temperatura de un perro tocándole el hocico para ver si lo tiene caliente o frío, seco o húmedo. El único método fiable es un termómetro por vía rectal. Si su cachorro tiene fiebre por favor no intente aplicar ningún método casero como las aspirinas infantiles, etc., llévelo al veterinario, este es su mejor aliado.

 Fuente: i.perros.com

20 febrero 2019

Enfermedad de Cushing en los perros

En diciembre de 2008, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el primer fármaco en más de 10 años para tratar la enfermedad de Cushing en los perros.

El hiperadrenocorticismo, comúnmente conocido como enfermedad de Cushing, es una afección que surge cuando el cuerpo produce una hormona llamada cortisol en abundancia. El cortisol lo producen y almacenan las adrenales o suprarrenales, dos pequeñas glándulas situadas en la parte superior de los riñones. Los perros, los gatos y los caballos, al igual que los seres humanos, pueden sufrir la enfermedad de Cushing; aunque es más común en los perros que en los gatos o los caballos. “El cortisol es uno de los esteroides naturales del cuerpo”, explica la veterinaria Ann Stohlman, V.M.D., del Centro de Medicina Veterinaria de la FDA, para añadir que una cantidad normal de cortisol es buena: “Ayuda al cuerpo a adaptarse en momentos de estrés”. 

El cortisol también ayuda a regular el peso adecuado del cuerpo, la estructura de los tejidos, las condiciones de la piel y otros indicadores de un buen estado de salud. Pero demasiado cortisol debilita el sistema inmunológico, dejando al cuerpo vulnerable a otras enfermedades e infecciones.

Dos tipos comunes
La mayoría de los casos de la enfermedad de Cushing canina ocurren de manera natural y son de tipo, ya sea hipófiso-dependiente, o suprarrenal-dependiente. Cerca del 80 a 85 por ciento de los casos de Cushing son hipófiso-dependientes, lo que significa que la enfermedad se ve desatada por un tumor en la hipófisis o pituitaria, una glándula del tamaño de un chícharo ubicada en la base del cerebro.

La hipófisis fabrica varias hormonas, entre ellas la adrenocorticotropa (ACTH). El tumor hipofisario causa una superproducción de ACTH, que viaja por el torrente sanguíneo hasta las glándulas suprarrenales, estimulándolas a producir más cortisol del que el cuerpo necesita.
En el otro 15 a 20 por ciento de los perros con Cushing, un tumor en una de las glándulas suprarrenales, o en ambas, produce el exceso de cortisol. El tipo de Cushing puede determinar la clase de tratamiento a prescribir. Los veterinarios usan análisis de sangre para diagnosticar la enfermedad y diferenciar entre la originada en la hipófisis y la causada por las glándulas suprarrenales. También pueden usar un ultrasonido para ayudar a detectar algún tumor en una de las glándulas suprarrenales.

Síntomas
Por lo general, la enfermedad de Cushing afecta a los perros de mediana a mayor edad. La enfermedad avanza lentamente y los primeros síntomas no siempre se detectan. Éstos incluyen:

-Aumento de la sed
-Aumento en la micción
-Aumento del apetito
-Reducción de la actividad
-Jadeo excesivo
-Piel delgada o delicada
-Pérdida de pelo
-Infecciones de la piel recurrentes
-Crecimiento del abdomen, resultando en una apariencia “abotagada”


Tratamiento
La mayoría de los veterinarios tratan la enfermedad de Cushing de tipo tanto suprarrenal-dependiente como hipófiso-dependiente con medicamentos. La única forma de “curarla” es extirpando el tumor suprarrenal, cuando es suprarrenal-dependiente y no se ha extendido, señala Stohlman. Sin embargo, dada la complejidad y los riesgos de la cirugía, la mayoría de los casos son tratados con medicación. Las técnicas quirúrgicas para extirpar los tumores hipofisarios en los perros están bajo estudio, pero la cirugía no es una opción ampliamente disponible.



Aunque la enfermedad de Cushing por lo general es un padecimiento de por vida, normalmente puede manejarse con medicamentos. “Es importante que al perro lo vea un veterinario regularmente y lo someta a análisis de sangre”, advierte Stohlman. “Vigilar la sangre ayuda a determinar la dosis correcta, la cual quizás haya que ajustar de vez en cuando”.
En general, los análisis de sangre frecuentes son necesarios durante los primeros meses después de iniciado el tratamiento, y cada cuantos meses después de eso, dependiendo de cómo responda el perro al tratamiento y de su tolerancia a la medicación.

Las capsulas de Vetoryl (trilostano), el medicamento de aprobación más reciente para tratar la enfermedad de Cushing canina, también es el primero en aprobarse para tratar el Cushing tanto hipófiso-dependiente como suprarrenal-dependiente en los perros. Este medicamento de venta por prescripción médica funciona frenando la producción de cortisol en las glándulas suprarrenales. En los estudios sobre el fármaco, los efectos secundarios más comunes fueron vómito, falta de energía, diarrea y pérdida de peso. 

El Vetoryl no debe administrarse a un perro que:
-Padezca insuficiencia renal o una enfermedad hepática
-Tome ciertos medicamentos para el tratamiento de afecciones cardiacas
-Esté en estado de preñez

La seguridad y eficacia del Vetoryl quedó demostrada en varios estudios. El éxito se midió mediante mejoras tanto en los resultados de los análisis de sangre como en los síntomas (niveles de apetito y actividad normales, y una disminución del jadeo, la sed y la micción).
Sólo otro fármaco, el Anipryl (selegilina), está aprobado por la FDA para tratar la enfermedad de Cushing en los perros, pero sólo la de tipo hipófiso-dependiente y sin complicaciones. 

Los veterinarios con frecuencia han usado “alternativamente” un medicamento usado para la quimioterapia en seres humanos, el Lysodren (mitotano), para tratar la enfermedad de Cushing en los perros. El Lysodren destruye las capas de la glándula suprarrenal que producen cortisol. Esto exige una vigilancia cuidadosa y puede tener graves efectos secundarios. 

“Alternativo” o “fuera de lo indicado” significa que los veterinarios pueden recetar medicamentos para seres humanos a animales, de manera legal, para usos diferentes de los indicados en la etiqueta, o para otras especies o en dosis diferentes de las en ella especificadas. Pero, como los perros pueden reaccionar de manera impredecible a los medicamentos para seres humanos, advierte Stohlman, es bueno contar con tratamientos disponibles que se han estudiado en los perros, y aprobado específicamente para ellos.

“El tratamiento de la enfermedad de Cushing es un juego de equilibrio”, señala Stohlman. “Pero los perros que padecen la enfermedad pueden llevar una buena vida si los vigila de cerca un veterinario, y si el dueño es solícito en llevar al perro a sus análisis de sangre y administrándole la medicación tal y como se le indique”.

Fuente: FDA (Food & Drug administration)

17 febrero 2019

Coprofagia en perros


La Coprofagia se define como el consumo de materia fecal por un animal y es una queja común de los dueños de perros y gatos. 


Existe poca investigación sobre Coprofagia. Este estudio proporciona información sobre la incidencia de la conducta en la población canina, la edad de ataque, edad de desaparición, y otra información crucial para estudiar esta conducta.


Causas propuestas de Coprofagia en perros


La Coprofagia puede ser debida a varios problemas médicos como:

insuficiencia pancreática, pancreatitis, infecciones intestinales, síndrome del malabsorción y exceso de alimentos (comidas excesivamente grasas). 
Sin embargo, en la mayoría de estas condiciones, otras señales junto con la Coprofagia estarán presentes, particularmente la diarrea. La Coprofagia es normalmente sólo un aspecto pequeño de estas condiciones médicas.
Existen una variedad de teorías del comportamiento, propuestas acerca de por qué los caninos practican coprofagia.


Diferentes tipos de Coprofagia 


Autocoprofagia: se trata de un animal que come su propio excremento.

Coprofagia intraespecífica: se trata de un animal que come excremento de otro animal dentro de su propia especie.

Coprofagia interespecífica: se trata de un animal que come excremento de otra especie (perro que come la de gato, ciervo, conejo, etc.).


Explicaciones del comportamiento de Coprofagia


Buscando la atención 

Cuando el perro practica Coprofagia , su dueño tiende a retarlo y por consiguiente, le presta atención. Esto puede ser una secuela a una condición médica que provocó Coprofagia inicialmente y ahora que la condición médica se ha solucionado, el animal continúa con la Coprofagia para recibir la atención del dueño. Esto es improbable en animales bien tratados.

Conducta de Alelomimética 

El perro observa al dueño que recoge el excremento y aprende de ellos a levantar la materia fecal.

15 febrero 2019

LIbros: "Mi perra Tulip"


El excelente escritor británico J.R. Ackerley no se consideraba precisamente un amante de los perros cuando, ya en plena madurez, acabó siendo propietario de un pastor alemán. Él fue el primer sorprendido cuando se convirtió en el amor de su vida, el «amigo ideal» que había buscado en vano durante mucho tiempo. 

Mi perra Tulip es la agridulce historia retrospectiva de una amistad de dieciséis años, así como una profunda y sutil meditación sobre la extrañeza que anida en el fondo de todas las amistades. Con detalles vívidos y a veces asombrosos, Ackerley describe la imprevisible conducta deTulip y sus muy caninos gustos, mientras explica sus torpes pero decididos esfuerzos para hacerla completamente feliz.


«Aunque debe de haber pocos libros tan hermosos sobre la relación de un hombre con un perro, Mi perra Tulip no es en absoluto lo previsible en el género. Trata del amor perfecto, pero en sus propios términos; no habla de él, lo da por sentado, y se ocupa, casi del principio al fin, de un asunto que en general pasan por alto quienes escriben sobre sus perros: su vida sexual» (César Aira).
«Las descripciones de Tulip de Ackerley tienen el poder de sacudir nuestras ideas preconcebidas sobre los sentimientos de los perros, y sus relaciones con el hombre; y brillan con el destello de la compasión y el amor sentidos» (Michiko Kakutani, The New York Times).

«Una de las grandes obras maestras de la literatura de animales» (Christopher lsherwood).

«¿Quién iba a imaginar que las evacuaciones corporales, las glándulas anales congestionadas y la disfunción sexual de un perro normal y corriente podrían inspirar una historia tan delicada, tan sensible, tan entendible y tan pura y deliciosamente escrita que podría emular un soneto isabelino? Este librito ha merecido los elogios de gigantes literarios como Julian Huxley y E. M. Forster y sigue apareciendo en las listas de los mejores libros sobre animales y también en las listas de los mejores libros del siglo XX. Quien lea Mi perra Tulip no podrá olvidarlo» (Elisabeth Marshall Thomas).



Ackerley, J.R.
J. R. Ackerley (1896-1967) estuvo a cargo de las páginas de literatura de The Listener desde 1935 a 1959, y desde allí fue crítico y mentor de varias generaciones de escritores británicos. En 1922 conoció a E.M. Forster y entre ambos nació una amistad que Ackerley definió como "la más larga, la más estrecha y la más importante de mi vida". Alcanzó una extraordinaria reputación pese a su escasa obra publicada en vida: los libros de memorias Hindoo Holiday (1932) y My Dog Tulip (1956), la novela Vales tu peso en oro (1960) y una obra de teatro, todos ellos perfectos en su género. Póstumamente se han publicado Mi padre y yo, y My sister and Myself.


Fuente: anagrama-ed.es




13 febrero 2019

Intoxicación o envenenamiento de perros con estricnina


La intoxicación de perros con estricnina es un envenenamiento de comienzo rápido, entre 30 minutos y 2 horas, caracterizado por una disfunción neurológica, potencialmente fatal. Todos los animales son susceptibles, siendo los perros más afectados que los gatos, por comer cosas que encuentran en la calle (en muchos casos se suele tirar comida envenenada).

Síntomas de la intoxicación con estricnina en las mascotas:
- Hiperestesia (aumento de los reflejos)
- Miedo, nerviosismo.
- Rigidez muscular.
- Hipertermia (temperaturas mayores a 40 grados)
- Convulsiones.
- Midriasis (dilatación de las pupilas)
- Cianosis
- Muerte.

La estricnina es un alcaloide de la nuez vómica y de otras especies del género Strychnos. Se utiliza habitualmente como pesticida para matar pequeños vertebrados. Es un polvo cristalino blanco, inodoro y amargo que puede ser ingerido, inhalado, bebido tras mezclarlo en una solución o administrado en forma intravenosa. Las sales de estricnina son solubles en agua. 



¿De qué manera actúa la estricnina en nuestras mascotas?
La estricnina es un alcaloide que se obtiene de semillas de determinados árboles. El mecanismo de acción se basa en inhibir los receptores que relajan la musculatura estriada, es decir los músculos voluntarios. De esta manera se genera una rigidez generalizada con convulsiones por los efectos sobre el sistema nervioso central.


Strychnos.  Nux-vomica

Tratamiento y pronóstico del envenenamiento con estricnina:
Los tratamientos están dirigidos a frenar las convulsiones del paciente, a eliminar la toxina del organismo, previniendo la asfixia del animal. Se utilizan para el tratamiento, anticonvulsivantes, relajantes musculares, si es inmediato a la ingesta se puede producir el vómito, lavajes de estómago, se fuerza la diuresis entre otras cosas. El pronóstico suele ser malo, pero depende de la cantidad de toxina ingerida y el tiempo que pasó desde la ingesta.


Fuente: Foyel / M.V. Ana Paula Iapichino

05 febrero 2019

China despedirá el Año del Perro con ayuda para los animales callejeros

Los perros sin hogar recibirán más apoyo en invierno 


A medida que el invierno cae en China, las instituciones benéficas, las empresas, los estudiantes universitarios y los ciudadanos han tomado una serie de acciones para cuidar a los animales sin hogar que, de lo contrario, enfrentarían una prueba amarga de supervivencia. El público chino ha prestado mayor atención a los problemas de bienestar animal, lo que demuestra el espíritu humano de la sociedad y el progreso moral continuo, dijo a Xinhua Zhang Yue, renombrada presentadora de televisión y activista social. 

En 2018, el año del perro según el calendario lunar chino, entró en funcionamiento la primera ambulancia de animales perdidos en el continente chino. Fue financiado por más de 8,000 ciudadanos chinos en un proyecto similar a Kickstarter propuesto por la organización benéfica local TA Foundation.


Hasta ahora, la ambulancia de animales ha brindado servicios de emergencia a más de 1,000 animales callejeros en el país, incluida la población de gatos residentes en la Ciudad Prohibida que ha sido apodada cariñosamente como los "Gatitos del Palacio".

En 2011, Zhang Yue y sus colegas crearon TA Foundation, la primera fundación benéfica de China que tiene como objetivo mejorar el bienestar animal en todo el país.Durante siete años, cada invierno, se entregarán alimentos y suministros a los rescatadores privados en toda China, para ayudar a refugiar a los animales y para que los buenos samaritanos se mantengan cálidos y bien alimentados, dijo el gerente de la fundación, Lu Ping, en una entrevista con Xinhua. 

La fundación también ha desempeñado un papel importante en los esfuerzos públicos en la prevención de la rabia, la propiedad adecuada de las mascotas y las condiciones de bienestar para los animales de asistencia o asistencia, como los perros de rescate de terremotos y los perros de terapia que han salvado muchas vidas humanas.

"En China hay cada vez más personas que se unen a la causa, ya que se han dado cuenta de que cuidar a nuestros amigos animales nos beneficia a los humanos en muchos niveles: salud física y psicológica, armonía social, progreso ético y moral... La lista continúa", Dijo Zhang en la gala que celebra los logros de bienestar animal de China celebrada en Beijing este mes.

Fuente:  Chispa TV /Xinhua

Nos relacionamos de forma distinta con perros y con gatos, pero el vínculo emocional es igual de potente

Jaume Fatjó (Barcelona, 1969) es veterinario y etólogo.


Su nombre es conocido por cualquier persona que sea mínimamente conocedora de la ciencia que estudia el comportamiento animal, no es aventurado afirmar que se trata de uno de los mayores expertos que hay en este campo en España. Sus estudios sobre comportamiento animal los inició en la universidad de veterinaria de Nueva York y fue responsable clínico del servicio de etología de la facultad de veterinaria de Barcelona de 1995 a 2009.Fue presidente entre 2012 y 2014 del European College of Animal Welfare and Behavioural Medicine – Behavioural Medicine especialista europeo certificado y es profesor asociado del Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal de la UAB, donde dirige la cátedra de investigación de la UAB Fundación Affinity Animales y Salud, dedicada a la comprensión de las relaciones entre las personas y los animales. En su historial abundan los artículos, conferencias y cursos de referencia.

La cátedra que dirige estudia en vínculo entre los animales de compañía y sus propietarios. ¿Qué tipo de relación se suele dar entre ellos?

La estudiamos utilizando herramientas científicas diseñadas por psicólogos y psiquiatras, no hablo de percepciones o de lo que nos han dicho. Desde la perspectiva de la persona, el animal de compañía se considera un miembro de la familia. Esto es algo que dice la práctica totalidad que conviven con un perro o un gato. También hay que matizarlo, no quiere decir evidentemente que confundan a un animal con una persona. 

¿Por qué se incorpora en la estructura familiar?

Pues porque tenemos tendencia cuando convivimos con ellos a crear un vínculo afectivo que es bastante fuerte. Ese vínculo emocional es la columna vertebral de la relación. A partir de ese enganche emocional es cuando puedes comprender todos los beneficios que puede suponer la convivencia con un animal.

¿Qué tipo de beneficios reportaría?

Las personas encuentran en el animal un compañero de actividades, dependiendo de cómo sea la persona o de su rol familiar, esas actividades son distintas. Hay personas que tienen más tendencia a asumir el rol de cuidador, de darle de comer, llevarle al veterinario, cepillarle… Es una conducta, si quieres, más parental, y es una fuente de placer el sentir que el bienestar de un ser vivo depende de ellos. Hay otro tipo de interacciones que van más en la línea del juego, incluso de hacer deporte en compañía. Hay mucha variabilidad. Además de esas interacciones, hay una parte muy importante de la relación que es el apoyo emocional. Sistemáticamente, los propietarios de animales nos dicen que es una fuente de compañía, que los hacen sentir menos solos. Y no solo esto. Además la presencia del animal los ayuda a superar o enfrentar momentos de dificultad de mayor o menor intensidad. Hay muchas persona que dicen que su perro o su gato les ayudó muchísimo a superar un divorcio, cuando se quedaron sin trabajo, tuvieron un problema médico o una pérdida.

04 febrero 2019

El jadeo del perro


¿Cuándo es una mala señal?

El perro jadea de forma natural para refrigerarse y que baje su temperatura corporal. Esta reacción es normal cuando ha realizado ejercicio. Sin embargo, el sofoco también puede advertir que nuestro perro tiene problemas. El jadeo puede anticipar un peligroso golpe de calor. En otras ocasiones, conviene preguntarse si el perro jadeante no está obeso. Además, la respiración del can alerta de posibles enfermedades (como problemas cardiacos), e incluso, puede avisar que el perro tiene miedo de algo. En todos estos casos, es importante aprender a detectar cuándo el jadeo del perro es una mala señal. 

El perro no tiene la posibilidad de sudar tras realizar una actividad física fuerte, como en el caso de las personas. Tampoco durante los días de calor. El animal elimina la mayor parte del calor sobrante a través de su boca y su lengua. Ello explica que sea normal, e incluso saludable, que  nuestro peludo amigo jadee tras los paseos o los juegos. Sin embargo, una respiración excesiva también puede ser la alarma de que el perro tiene problemas.


La llegada de un golpe de calor, determinadas enfermedades y algunos miedos extremos pueden causar un jadeo exagerado en el animal. Identificar estos sofocos no saludables es esencial para poder actuar a tiempo y proteger el bienestar del perro.

El jadeo puede anticipar un golpe de calor

"Un perro sano inhala aire entre diez y treinta veces por minuto", afirma la publicación científica 'Web Md'. Sin embargo, en ocasiones, el ritmo de la respiración se acelera y advierte que el perro se encuentra en problemas. Esto sucede durante el golpe de calor. El can carece de glándulas sudoríparas repartidas por todo su cuerpo, como sí tenemos los humanos. Las tiene en menor cantidad y concentradas, sobre todo, en las almohadillas de sus patas.

Cuando la temperatura del cuerpo del animal rebasa los 39ºC, el jadeo es la mejor forma de refrigerarse. El golpe de calor es muy peligroso para el perro, ya que puede provocar la muerte del animal. Por ello, hay que estar atento a algunas pautas para detectarlo a tiempo.

En primer lugar, conviene saber que los perros de razas chatas (o braquicefálicos, como el Bulldog ,Carlino, Pequinés, etc.) no son tan eficientes para reducir su temperatura. Por ello, los dueños de estos animales deben controlarlos tras los paseos, de forma especial durante el verano, cuando el riesgo de que padezcan un colapso aumenta. En cualquier caso, cuando el jadeo está acompañado por un exceso de babas, puede ser una mala señal. Conviene entonces llevar al perro a un lugar fresco y aireado, ofrecerle agua, cubrirlo con una toalla mojada y fría, y acudir de forma inmediata al veterinario. 

El perro jadeante, ¿no estará obeso?

Entre el 20% y el 40% de los perros están gordos, según la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales. La obesidad canina es una enfermedad crónica que favorece ciertas enfermedades en el animal y que, además, puede acortar su esperanza de vida.
Un can con sobrepeso, como les ocurre a los perros chatos, tiende a refrigerarse con dificultad y jadear más. Por este motivo, cuando la respiración fuerte es exagerada, conviene someter al perro a la prueba de la balanza.

Un can con exceso de kilos supera en un 20% su peso ideal. Sin embargo, apenas uno de cada tres dueños reconoce la obesidad de su mascota, según un estudio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Para saber si un animal que jadea con frecuencia está gordo, además de la báscula, es apropiada la palpación. Su perfil adquiere formas redondeadas y las costillas no se diferencian de forma clara con el tacto: hay una fina capa de grasa entre nuestra mano y los huesos del perro. Un cambio de alimentación es esencial en estos casos. 

La respiración del can alerta de posibles enfermedades 

El sobrepeso y el calor, sin embargo, no son los únicos motivos que explican un jadeo alarmante en el perro. Un animal sofocado sin motivo aparente puede advertir de que ha sido envenenado o de que ha tomado alguna sustancia tóxica. Ciertas enfermedades crónicas, como la insuficiencia cardiaca, así como los problemas respiratorios asociados a dolencias como la laringitis o la neumonía, pueden desencadenar sensaciones de ahogo en el animal.
En estos casos, cuando se detecta el jadeo, conviene vigilar el comportamiento del perro. Observar si ingiere agua de forma compulsiva, si deja de comer, orina en exceso o sufre vómitos, ya que ayuda a reconocer a un perro enfermo. Ante cualquier síntoma, es importante realizar una visita pronta al médico canino. 

Un perro sofocado puede tener miedo

La angustia acelera el ritmo cardiaco y desencadena el jadeo desmesurado en el perro. Ello explica que, en ocasiones, cuando no hay otro motivo, el sofoco sea una respuesta a la sensación de ansiedad. Los perros que tienen miedo a las tormentas suelen respirar de forma extrema durante los aguaceros con truenos, o cuando hay uso de pirotecnia ruidosa.
Los gritos y el nerviosismo del dueño también son capaces de atemorizar al animal, que comenzará a jadear. En estos casos, además de evitar el tono alto al dirigirse al animal, es útil llevarle a un lugar aireado. Si el pánico no remite, o incluso se incrementa, conviene acudir al veterinario o consultar a un etólogo canino. 

El jadeo supone una gran pérdida de agua para el perro, por lo cual para evitar una posible deshidratación, deberá tener siempre disponible agua fresca y limpia.

Fuente: eroski consumer

03 febrero 2019

¿Cuántos cromosomas tiene un perro?


Los perros tienen 39 pares de cromosomas, para un total de 78. Estos se dividen en 76 autosomas y dos cromosomas sexuales. Al igual que con otros mamíferos, el cariotipo de los machos es XY mientras que el de las hembras es XX. 

A pesar de tener bastantes más cromosomas que los humanos, los perros tienen menos genes en general que nosotros. Los investigadores que han secuenciado el genoma canino han identificado alrededor de 19.000 genes de perro en comparación con los 20.000-25.000 se estima que conforman el genoma humano. Si embargo, a pesar de tener relativamente “pocos genes”, los perros muestran una enorme variedad de fenotipos, algo que queda claro viendo la cantidad de razas de perro que existe, desde el chihuahua al San Bernardo.

Une vez más, queda claro que el número de genes o el de cromosomas no tiene por qué ver con la complejidad de un ser vivo, algo que sigue intrigando a los científicos. 

¿Cuántos cromosomas tiene un gato?
La mayoría de los gatos, incluyendo los domésticos, tienen 19 pares de cromosomas para un total de 38. Algunos tipos de gato en América del Sur, sin embargo, sólo tienen 36 cromosomas.Investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos descubrieron que la forma en que los genes se organizan en los cromosomas sexuales de los gatos se parece mucho a la de los humanos. Esto podría explicar por qué los gatos y los humanos comparten muchos problemas médicos hereditarios, como la diabetes o la hemofilia. También podría explicar por qué los virus se suelen comportar de la misma manera en ambas especies.

Fuente:cefegen.es