30 septiembre 2022

Perros rescatados en Indonesia tienen una nueva vida en Canadá


Perros que iban camino al matadero fueron rescatados por asociación que busca erradicar el consumo de carne de perro en Indonesia.



Un programa de adopción permitirá encontrar una nueva vida en Canadá a 45 perros que fueron rescatados el año pasado cuando iban camino a mataderos ilegales en Indonesia, un país en el que la carne canina no está prohibida y sigue siendo habitual en algunas zonas, donde se sacrifican 13,700 perros al mes.

“En noviembre del año pasado cerramos un matadero con la Policía de Sukaharjo, en Java Central, y los 53 perros rescatados fueron enviados a Yakarta. Estaban en unas condiciones horribles. De hecho, temíamos que no sobrevivieran, pero por suerte la mayor parte lo hizo”, explicó a Efe Karin Franken, coordinadora de la asociación Dog Meat Free Indonesia (DMFI, Indonesia sin carne de perro).

Los 45 animales viajan desde este lunes y hasta mañana miércoles en tres grupos de 15 desde la capital indonesia hasta la ciudad canadiense de Montreal, donde serán acogidos por familias canadienses, ya que “en Indonesia es difícil encontrar un hogar para perros de raza mezclada”.

15 septiembre 2022

La vista del perro


¿Ve mi perro lo mismo que yo?



El perro no ve en blanco y negro, como se piensa en ocasiones, pero sí percibe menos colores que las personas.

Los perros tienen una visión distinta a los humanos, más especializada y adaptada a la escasa luminosidad. Sin embargo, los canes tienen menos agudeza visual y perciben menos colores que nosotros. La visión del animal es apropiada para el entorno y necesidades de supervivencia de su especie, es la mirada propia de un depredador especializado en la captura de presas. En este artículo se explica cómo tiene más capacidad para captar el movimiento en la oscuridad, de qué modo ve los colores y los síntomas para reconocer si tiene fotofobia.

La visión del perro es más aguda en la oscuridad 

Los cánidos, entre los que se encuentran los perros y los lobos, tienen mejor capacidad que las personas para ver en la oscuridad. Esta visión crepuscular les permite cazar con más eficacia por la noche. De esta manera localizan a sus presas con facilidad y también a sus enemigos, lo que les garantiza una huida más rápida. 

Los perros son capaces de ver cinco veces más que las personas en la oscuridad.

Los canes han heredado del lobo, su antepasado, las características propias de un depredador crepuscular. De hecho el perro es capaz de ver cinco veces más que nosotros en la oscuridad.  Los gatos tienen incluso mejor visión nocturna que los perros. Los felinos resultan cazadores muy eficaces en la oscuridad. Según Manuel Villagrasa, veterinario y oftalmólogo, "la capacidad visual de los gatos en la oscuridad está más desarrollada porque son cazadores solitarios" y necesitan ser muy eficaces para conseguir alimento."

Los colores que ve el can 

Los perros tienen un abanico cromático más reducido que las personas. La visión de los colores es menos importante para que un perro sobreviva en su entorno.

Las personas tienen en los ojos tres tipos de receptores para el color, cada uno especializado en la captación de los tres colores fundamentales o primarios (rojo, amarillo y azul). Su combinación permite la construcción de la escala cromática completa.  

Los perros no ven solo en blanco y negro, pero distinguen menos colores que las personas

Los cánidos, sin embargo, tienen una visión dicromática, que construyen con dos únicos colores. El ojo del perro solo tiene dos tipos de receptores visuales, por lo que no es capaz de recrear la gama completa de tonalidades que tiene el ser humano. Pueden distinguir azules de rojos o azules de verdes. Pero tienen dificultades para captar la diferencia entre verdes y rojos. De forma que una persona percibe el césped de color verde, pero su perro lo ve en tonalidad amarilla.

11 septiembre 2022

Lenguaje corporal en los perros.

Es importante comprender lo que los perros nos dicen con sus cuerpos, no sólo para entender a nuestro propio perro, sino también para predecir lo que están haciendo otros perros.
Hace falta experiencia para comprender realmente el lenguaje corporal de los perros. Observa a tu propio perro y a los de otras personas. Mira a los perros interactuando entre sí. Presta atención a las distintas partes del cuerpo por separado: orejas, colas, ojos, labios, pelos, la postura general. ¿Puedes determinar algunos comportamientos según ciertas actitudes corporales?

Seguro de sí
Signos: postura erecta (erguida), cola hacia arriba, cola que se mueve en forma lenta, orejas hacia arriba o relajadas, mirada directa, relajado, pupilas contraídas.



Miedo o preocupación
Signos: Postura más baja, cola hacia abajo, o "entre las patas", cola que se mueve en una forma rápida y frenética, girar la cabeza hacia otro lado o mirar hacia el otro lado dejando verse lo blanco del ojo ("ojo de ballena"), pupilas dilatadas. A menudo los perros ladran por miedo, como una forma de mantener distancia entre sí mismos y aquello que los asusta, especialmente si están encerrados o amarrados.
Los perros que están asustados a menudo muestran parados los pelos del lomo (pelos de punta), normalmente entre los hombros y hasta la cola. Esto no necesariamente indica agresión, sino que el perro se encuentra en alto sentido de alerta. A algunos perros se les ponen los pelos de punta más fácilmente que a otros.




Dominancia
Posturas de dominancia: colocarse sobre otro perro, mostrarse más alto, colocar el mentón o una pata sobre los hombros de otro perro, aceptar en forma calmada que otro perro lama sus labios, mirar fijamente. Algunos perros dominantes y seguros de sí, pueden girar sobre sus espaldas mostrando sus panzas, como una forma de tranquilizar a un perro más tímido o sumiso, o como invitación a jugar. Se mostrarán relajados al hacer esto, y normalmente mirarán al otro perro a los ojos.
A veces, montar a otro perro es un signo de dominancia, pero no siempre. Este comportamiento muchas veces mal entendido puede ser usado por un perro de más bajo rango para demostrar que es "amigo" de un animal de más alto rango.


Sumisión
Posturas de sumisión: incluyen cabeza y cuerpos hacia abajo, permitir que otros perros se muestren más grandes que ellos o que les pongan sus cabezas sobre los hombros, lamer los labios y las esquinas de la boca de otro perro, alejar la vista de otro perro, girar sobre sus espaldas y alejar la cabeza y la mirada del otro perro, con la cola entre las patas.
Entre perros, las jerarquías se mantienen y se demuestran de forma muy casual, y casi siempre son los miembros sumisos quienes lo hacen. Los miembros con rango más alto raramente muestran su autoridad, a menos que no estén seguros de si mismos. La mayoría de las demostraciones, y casi todas las peleas que se deben al rango, las protagonizan los miembros de rango medio o inseguros de sí mismos.




Juego e invitación al juego
El juego entre perros es muy similar a cosas serias tales como pelear, cazar, o reproducirse, por lo que los perros tienen formas ritualísticas muy desarrolladas para demostrar que sus intenciones son pacíficas y para divertirse. El juego entre perros a menudo se inicia por una invitación a jugar, tal como una "reverencia" o levantar la patita (especialmente entre cachorros), y es una manera que parece decir "si te muerdo, te monto, o te persigo, no va en serio, es sólo para divertirnos, ¿sí?"
A pesar que los perros juegan en forma bastante brusca, en general están bastante relajados, sus labios cubren sus dientes. Los perros a menudo ladran como parte del juego, normalmente en un tono más agudo que el ladrido del mismo perro debido a miedo o como advertencia.
A veces los perros se montan jugando. A menudo están excitados, pero no en una forma sexual, y parece ser una forma de vincularse. Ocasionalmente es para mostrar dominancia, pero no siempre. Algunos perros montan perros de más alto rango como forma de encontrar su lugar en un grupo que es mucho más complicado que una jerarquía lineal.



Señales de estrés
Los perros pueden estresarse en situaciones de frustración o miedo (incluso durante una clase o aprendiendo algo nuevo). Busca signos típicos de estres: sacudirse, gemir, orinarse, orejas hacia atrás, pupilas dilatadas, respiración rápida con la esquina de la boca retraída, cola hacia abajo, cuerpo más bajo, transpiración a través de los cojinetes de sus patas, rascarse, un repentino interés en olfatear, bostezar, parpadear, lamerse los labios o la nariz o estirar la lengua hacia adelante, desviar la mirada, o girar la cabeza hacia el otro lado, sacudir el cuerpo.
Los perros frustrados a menudo ladran (vemos esto muy frecuentemente en "peleas a través del cerco", cuando dos perros en lados opuestos de una cerca se ladran mutuamente; otro ejemplo común son los perros en un refugio que ven a otros perros pasar por delante; los perros con correas que deben pasearse a menudo ladran por la frustración).




08 septiembre 2022

La inteligencia de los perros

'La inteligencia de los perros está fuera de toda discusión'

Por Humberto Eco


Una mujer salió a buscar hongos acompañada por una amiga y la perra de su amiga. Fue picada por una avispa y cayó en un shock anafiláctico. Dejó de respirar y su amiga telefoneó pidiendo ayuda, pero esa ayuda tardaba en llegar porque estaban en un bosque tupido y era difícil determinar su localización exacta.

La perra —en lugar de permanecer allí, lamiendo la mano de la mujer agonizante, como su instinto le hubiera mandado— salió como un cohete, cruzó el bosque, encontró a los rescatistas y los guió hasta el lugar correcto. 




El etólogo italiano Danilo Mainardi narró esta historia en el diario Corriere della Sera para ilustrar que "los perros no están gobernados totalmente por el instinto y exhiben también un comportamiento inteligente". La perra de esta anécdota no sólo hizo caso omiso de su instinto de permanecer con la persona lesionada, sino que también elaboró un plan complejo que involucraba a varios humanos.  Esta historia, y los comentarios de Mainardi, me traen a la mente la antigua y amplia literatura relacionada con la capacidad de los perros para razonar.

En particular, las obras de los filósofos griegos...


PLINIO 
Uno de los textos que ha tenido una influencia considerable en la posteridad es la Historia natural de Plinio, que también se refiere a peces, aves y otras especies, pero se enfoca extensamente en la inteligencia canina. Plinio menciona un perro que reconoció al asesino de su amo en medio de una muchedumbre. Mordiendo y ladrando, el perro obligó al hombre a confesar su crimen. 

Cuenta Plinio el Viejo en su Historia Natural, escrita en las primeras décadas de nuestra era, que en una ocasión detuvieron a un tal Ticio Sabino. Fue juzgado y condenado a muerte, y durante todo el proceso el perro no pudo ser alejado de la cárcel en la que se encontraba su amo por más empeño que se puso. Cuando el cadáver fue arrojado en las Escaleras de las Lamentaciones, el perro no se apartó ni un solo momento de él.
 
Cuenta además Plinio cómo el perro lanzaba constantemente tristes aullidos, lo que provocó que algunos romanos se acercaran a ver qué le ocurría al animal. Uno de estos curiosos acabó por lanzarle un poco de comida y este la cogió y la llevó hasta la boca del muerto. Por último, cuando arrojaron el cadáver al Tíber, el fiel compañero se lanzó a nadar y cuando alcanzó el cuerpo de su amo intentó con todas sus fuerzas sujetarlo para que no acabara hundido.

CRISIPO
Desde un punto de vista filosófico, el debate sobre la inteligencia canina ya había estado presente desde tres siglos antes de lo narrado por Plinio, entre los estoicos, académicos y epicúreos. Dentro del ámbito del debate de los estoicos aparece un argumento atribuido al filósofo Crisipo que sería retomado y popularizado casi cinco siglos después por Sexto Empírico.

SEXTO
Sexto, filósofo e historiador griego, sostenía que los perros son capaces de razonamiento lógico, y para probarlo, escribió que un perro, habiendo llegado a una encrucijada de tres caminos, y tras detectar mediante su olfato, que la presa no había seguido dos de los tres senderos, corría de inmediato por la tercera ruta, sin detenerse siquiera a olisquearla. Supuestamente, el razonamiento del perro era: “La presa tomó esta ruta, o la segunda o la tercera; ahora bien, si no es la primera ni la segunda, entonces debe ser la tercera”.
Sexto dijo también que los perros poseían logos –o razón– porque comprendían cómo debían atender sus heridas : remover las astillas de sus patas, mantener inmóviles sus extremidades, encontrar las hierbas adecuadas para aliviar su sufrimiento. 

PLUTARCO 
Plutarco, en su ensayo Sobre la inteligencia de los animales, argumentaba que si bien el razonamiento de los animales es imperfecto comparado con el razonamiento humano, los animales exhiben razonamiento en las formas en que se adaptan y actúan.  Plutarco responde a quienes piensan que es demasiado atribuirles razón los animales —seres carentes de una noción innata de la divinidad— al señalar que tampoco todos los humanos creen en un poder divino.

AELIANO 
En su obra Sobre la naturaleza de los animales, Aeliano describe a los animales enamorándose de los humanos.

PORFIRIO
En Sobre la abstinencia de la comida animal, escrita por el filósofo Porfirio, el autor sirio, un neoplatonista, argumenta que la inteligencia animal es una razón para hacerse vegetariano.
  
Todos estos son temas que han prevalecido hasta nuestros días. Incluso si no hay una definición universalmente aceptada de la inteligencia canina, deberíamos ser más sensibles acerca de este misterio.  Y si es demasiado pedir que todos adopten el vegetarianismo, quizá aquellos dueños de perros que son menos inteligentes que sus mascotas podrían dejar de abandonarlos al lado del camino. 



Copyright Umberto Eco / L’Espresso, 2011

05 septiembre 2022

Beneficios de los animales de compañía


Numerosos estudios destacan los beneficios fisiológicos y psicológicos de la interacción con los animales:
  • Se han identificado reducciones en los problemas menores de salud en personas que llevan al menos 10 meses con un perro como animal de compañía. 1
  • Reducen los niveles de ansiedad de manera activa o pasiva, por lo que disminuyen el inicio, la gravedad, o progresión de enfermedades relacionadas con el estrés. 2
  • Menor frecuencia de enfermedades y menor susceptibilidad de infecciones del tracto respiratorio superior en relación a la disminución de los niveles de IgA después de acariciar un perro. 3
  • Además, se propone que la reducción de la presión arterial a través de la interacción con perros es equivalente a la conseguida por una dieta baja en sal o reduciendo el alcohol. 4
La tenencia de animales de compañía y otras interacciones con animales, como acariciarlos, han demostrado beneficios cardiovasculares:
  • Aumento de la supervivencia tras un infarto de miocardio en los pacientes que tenían animales de compañía. 5
  • Disminución de factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, particularmente disminución de la presión arterial sistólica, el colesterol plasmático y los triglicéridos. 6
  • Reducción de la frecuencia cardiaca de la persona que acaricia a un perro o contempla los peces en un acuario. 7 8 9
  • Una mayor reducción de la respuesta de estrés cardiovascular en la presencia de un perro en comparación con la presencia de amigos o parejas. 10
  • Mejora de los niveles dopamina y endorfinas (asociadas con el bienestar) y la disminución de los niveles de cortisol (asociado a situaciones de estrés) después de una sesión de 30 minutos de interacción con un perro. 11
  • Reducción de los niveles de cortisol en los profesionales sanitarios después de 5 minutos interactuando con un perro. 12

Los animales de compañía contribuyen a mejorar la salud física y emocional de personas con enfermedades específicas (cáncer, sida, etc.), personas con deficiencia física sensorial (sordos, ciegos, sordociegos), personas con deficiencia mental (Síndrome de Down), personas con deficiencia motórica (parálisis cerebral, espina bífida...), personas con trastornos del desarrollo (autismo)...
Asimismo, se suman los beneficios que proporciona integrar animales en los protocolos de tratamiento de personas discapacitadas, así como en programas educativos para sectores que requieren una ayuda especial: población penitenciaria, ancianos, personas con problemas emocionales o de comportamiento, enfermos mentales, niños que residen en zonas urbanas deprimidas, con problemas de aprendizaje...



BIBLIOGRAFÍA  
1. Serpell, J.A. (1990). Evidence for long term effects of pet ownership on human health. In: Pets, Benefits and Practice. Waltham Symposium 20. (IH Burger, ed) (p. 1-7), BVA Publications .
 2. Allen, K. (2001). Pet ownership, but Not ACE Inhibitor Therapy, Blunts Home Blood Pressure Response. Hypertension. 2001;38:815.  
3. Charnetski CJ., Riggers S. (2004). Effect of petting a dog on immune system function. Psychological reports 95:1087-1091  
4. Allen, K. (2001). Pet ownership, but Not ACE Inhibitor Therapy, Blunts Home Blood Pressure Response. Hypertension.2001;38:815.  
5. Friedmann, E., and Thomas, S.A. (1995). Pet ownership, social support and one year survival amoung post-mycardial infarction patients in the cardiac arrhythmia suppression trial (CAST). Am J Cardiology 76:1213-1217.  
6. Anderson, W.P., Reid, C.M., Jennings, G.L. (1992). Pet ownership and risk factors for cardiovascular disease. Medical Journal of Australia 157:298-301    
7. Eddy, T.J. (1996). RM and Beaux: reduction in cardiac response in response to a pet snake. J Nerv and Ment Disease 184(9):573-575. 
8. Friedmann, E., Katcher, A.H., Thomas, S.A., Lynch, J.J., Messent, P.R. (1983). Social interaction and blood pressure: Influence of animal companions. J Nerv and Ment Disease 171(8):461-465.  
9. Katcher, A.H., Friedmann, Beck, A.M., Lynch, J. (1983). Looking, talking and blood pressure: The physiologic consequences of interaction with the living environment. In: New Perspectives on Our Lives with Companion Animals (AH Katcher, AM Beck, eds) 1983 (p. 351).  
10. Allen, K.M., Blascovich, J. (2002). Cardiovascular reactivity and the presence of pets, friends and spouses: the truth about cats and dogs. Psychosomatic Medicine 64:727-739.  
11. Odendaal, J. (2000). Animal-assisted therapy - magic or medicine? J Psychosomatic Research 49(4):275-280.  
12. Barker, S., Knisely, J., McCain, N., Best, A. 2005. Measuring Stress and immune response in healthcare rofessionsal following interaction with a therapy dog: pilot study. Psychologic Reports 96:713-729.  

 Fuente: Fundación Altarriba