El gluten
El
gluten es una proteína que se encuentra principalmente en el trigo,
pero también está presente en otros granos de cereales, como el centeno,
la cebada y la avena. En realidad, es una mezcla bruta de otras dos
proteínas, la gliadina y la glutenina.
Los granos que no contienen
gluten son el arroz, el amaranto, el mijo, el maíz y la quinua.
Intolerancia
La
mayoría de los perros toleran el trigo y otros granos muy bien, e
incluirlos en su dieta no provoca efectos adversos. A diferencia de los
gatos, los perros pueden procesar tanto carne como productos vegetales.
Normalmente, el gluten es digerido por enzimas pancreáticas en el
intestino delgado. Sin embargo, algunos perros (como ocurre en algunas
personas) no pueden tolerar el gluten. En las personas, esta condición
se llama “enfermedad celíaca”. En los perros, se llama “enteropatía
inducida por el gluten”, “intolerancia al gluten” o “sensibilidad al
gluten.”
Los perros que son sensibles al gluten desarrollan una
enfermedad inflamatoria crónica del intestino delgado si comen gluten.
Tienen diarrea intermitente o persistente, pierden peso, desarrollan un
pelaje pobre, pierden condición corporal y, en general, no prosperan.
Afortunadamente, la intolerancia al gluten no es común en perros de
compañía.
Problemas digestivos
Los
perros que son alérgicos al gluten tienen una reacción de
hipersensibilidad retardada (reacción alérgica) al comer alimentos o
golosinas que contienen granos de cereal. Aunque la secuencia exacta de
este trastorno no es bien entendida, se cree que el sistema inmunológico
de un perro intolerante al gluten ataca a su tracto gastrointestinal
cuando entra en contacto con el gluten, dañando las diminutas
proyecciones similares a los pelos que recubren el intestino delgado,
llamadas “vellosidades intestinales”. Las vellosidades dañadas no pueden
absorber los nutrientes esenciales, como las proteínas, los
carbohidratos, las grasas, las vitaminas, los minerales y, en algunos
casos, incluso el agua. Como resultado, los perros afectados están
desnutridos, incluso si están comiendo un montón de comida. Van a perder
peso y condición corporal y desarrollarán diarrea crónica.
¿Qué perros son afectados?
La
intolerancia al gluten puede afectar a cualquier perro y a cualquier raza, pero está
particularmente bien documentada en el Samoyedo
y el Setter Irlandés
. Los propietarios suelen ver los
signos de esta condición en el momento que un perro alcanza los 6 ó 7
meses de edad.
Diagnóstico
Al
evaluar un perro con una historia de diarrea, pérdida de peso, mala
condición corporal y malestar general, la mayoría de los veterinarios
llevarán a cabo pruebas rutinarias de sangre y orina. Probablemente
también le hará un examen fecal en busca de parásitos, tomará
radiografías abdominales y también le hará la prueba de la insuficiencia
pancreática exocrina. Los resultados de estas pruebas en perros que son
sensibles al gluten por lo general no presentan complicaciones. La
única manera de diagnosticar definitivamente la intolerancia al gluten
es poner al perro en una dieta libre de gluten durante 2 a 4 semanas y
buscar mejorías. El animal debe aumentar de peso y dejar de tener
diarrea una vez que se elimina el gluten. Entonces, el gluten se vuelve a
introducir en la dieta. El diagnóstico de la intolerancia al gluten se
confirma si, tras incluir de nuevo el gluten en la dieta del perro, éste
sufre recaídas.
Tratamiento
Afortunadamente,
la intolerancia al gluten es completamente tratable. Todos los síntomas
se resuelven cuando el perro se alimenta con una dieta sin grano. Los
alimentos y golosinas con trigo, centeno, avena, cebada u otros granos
de cereales deben ser evitados. El trigo es el ingrediente más
problemático para los perros con sensibilidad al gluten, y es común en
alimentos comerciales para perros.
Los granos genéticamente modificados
son especialmente riesgosos para perros con intolerancia al gluten.
Curiosamente, las mariposas que entran en contacto con polen de cultivos
genéticamente alterados sufren una serie de problemas de salud, y
finalmente desarrollan mutaciones genéticas. Es posible que algo similar
ocurra cuando los perros comen granos modificados genéticamente, especialmente si su sistema no puede asimilar el grano.
Fuente: mascotaking.com