28 agosto 2023
La influencia del cine en la adquisición de perros
27 agosto 2023
Glándulas anales (o perianales)
Qué son los sacos anales en los perros y su inflamación o infección
- Lamido de la región perineal.
- Malestar e inquietud general, no se puede relajar, no puede dormir.
- Puede "arrastrar" o rascarse la cola en el suelo.
- Los sacos anales distendidos pueden estar hinchados.
- Si hay infección, los sacos pueden abscedarse y fistulizarse, eliminando al exterior sangre, pus y un líquido de olor nauseabundo.
- Gravedad: La falta de evacuación y repleción de los sacos/glandulas anales produce, obviamente, malestar. La infección subsecuente suele ser aún más dolorosa, se produce un absceso en los sacos que se llenan de pus y hasta pueden 'reventar'.
- ¿Qué hacer? Si su perro presenta alguno o varios de los síntomas mencionados anteriormente, visite urgente al veterinario. Éste revisará a su perro para ver si los sacos están llenos o no, y si hay infección. De acuerdo a lo que observe, decidirá el tratamiento más adecuado.
21 agosto 2023
Primeros cuidados de los cachorros recién nacidos
20 agosto 2023
Los perros pueden sentirse más cómodos cuando usan un arnés frente a un collar
Han demostrado que los perros que usan collar ejercen poca fuerza en los tirones, lo que sugiere que su uso les puede causar dolor.
El hecho de que el perro pueda tirar de la correa es un motivo de preocupación para los dueños, ya que puede ser perjudicial para la salud y el bienestar de los animales.
Los collares para el cuello y los arneses de enganche trasero son los tipos de sujeción populares. No obstante, los arneses se han propuesto como una opción mejor y más respetuosa con el bienestar de los perros.
Han demostrado que los perros que usan collar ejercen poca fuerza en los tirones, lo que sugiere que su uso les puede causar dolor
Con el objetivo de investigar la fuerza con la que los perros tiran de la correa con el uso de un collar frente a un arnés de enganche trasero, un grupo de investigadores ha diseñado un experimento en el que participaron 52 perros, en el cual los animales tenían que alcanzar una golosina o un juguete. Además, los comportamientos de los perros se registraron utilizando dos cámaras desde dos direcciones distintas.
Del experimento se pudo concluir que la tensión máxima y media de la correa y el tiempo de tracción fueron mayores bajo la sujeción del arnés. No obstante, no se encontraron diferencias significativas entre el arnés y el collar en los comportamientos potencialmente relacionados con el estrés, como, por ejemplo, posiciones de la cola y las orejas, lamerse los labios y jadear.
Por lo tanto, estos hallazgos sugieren que los perros tienden a tirar más fuerte y de manera más constante cuando usan un arnés de sujeción trasera en comparación con un collar para el cuello.
“Nuestro estudio apoya la hipótesis de que los arneses de sujeción trasera están asociados con un mayor tirón de la correa. Este hallazgo está en línea con la idea de que los perros pueden sentirse más cómodos cuando usan un arnés frente a un collar, porque el primero permite que la fuerza ejercida sobre el cuerpo se disperse más, mientras que el segundo provoca una presión localizada en el cuello que aumenta la incomodidad”, argumentan los investigadores.
Asimismo, a pesar de no haber mostrado comportamientos de estrés con ninguno de los métodos de sujeción, los autores explican que “no descartamos la relación respecto al potencial de daño tisular y problemas de salud como resultado de la compresión del cuello de un collar, especialmente cuando los perros están muy excitados”, ya que, en el estudio, “los perros se probaron solo en un estado de leve a moderadamente excitado”, concluyen.
Fuente: DV - Diario Veterinario
18 agosto 2023
Los perros molosos
Los perros molosoides toman su nombre de Molosia, una región en Grecia, y sus habitantes, un pueblo guerrero célebre por sus canes empleados en la protección del ganado y en actividades bélicas. Estos perros eran tan temidos como admirados, lo que los convirtió en frecuentes protagonistas de la literatura clásica.
Los molosos eran una coalición de antiguas tribus que habitaban la región de Epiro durante la antigüedad clásica. Tras la Tercera Guerra de Macedonia, alrededor de 150.000 molosos fueron esclavizados y llevados a la República romana, principalmente a la península itálica. Según una de las teorías, estos molosos también llevaron consigo sus impresionantes perros, que más adelante darían origen a numerosas razas caninas.
No obstante, en el ámbito de la cinología moderna, surge un debate sobre el significado preciso del término 'perros molosos' y si es adecuado aplicarlo a las razas que actualmente se agrupan bajo esta denominación.
Específicamente, la discusión se centra en los mastines, que forman parte del grupo de molosos. Esta clasificación sugiere que estos perros tienen un linaje que se remonta a los antiguos y poderosos canes que los romanos diseminaron por toda Europa al utilizarlos con fines militares.
Esta hipótesis carece de respaldo en términos de investigaciones, y son numerosos los expertos en genética canina que la ponen en entredicho. En cambio, sostienen que es más plausible que los mastines se hayan desarrollado en otros lugares y procedentes de otros linajes caninos y que su inclusión en el grupo de los molosos se origine en un error de traducción de los textos clásicos.
Polémicas al margen, la Federación Cinológica Internacional (FCI) reconoce 38 razas dentro del grupo de molosos o molosoides, en dos subsecciones: tipo dogo (18 razas) y tipo montaña (20 razas).
El American Kennel Club no tiene un grupo para los molosoides, y los perros tipo dogo y tipo mastín se encuentran bajo la nomenclatura genérica de Grupo de perros de trabajo donde comparten espacio con otras razas tan dispares como el perro de aguas portugués o el samoyedo.
15 agosto 2023
Esterilización reversible para testear su efecto en el comportamiento canino
La literatura científica no logra crear un argumento coherente y convincente sobre el impacto de la esterilización en la conducta canina
El uso de la esterilización quirúrgica está muy extendido y se utiliza por sus beneficios para la salud de los animales, reduciendo los comportamientos sexualmente dimórficos y los comportamientos no deseados, así como ser útil en el control de la población. Los desafíos surgen en torno a la edad apropiada de esterilización, los casos clínicos individuales y el sexo del perro.
Reino Unido tiene la tasa de esterilización más alta del mundo, con el 71 % de la población canina castrada. Por el contrario, en muchos países del norte de Europa los procedimientos de ovariohisterectomía y castración son monitoreados, e incluso prohibidos en algunos lugares por cuestiones de bienestar animal.
No obstante, Jess Irving, miembro de la Association of Pet Behavior, considera que los vínculos actuales entre la esterilización y el comportamiento son contradictorios, con evidencia anecdótica que valora la esterilización de rutina para modificar el comportamiento, enfatizando que la esterilización mejorará la conducta, produciendo un individuo más tranquilo y equilibrado.
Sobre este asunto, asegura que “la literatura científica no logra crear un argumento coherente y convincente, con muchos estudios que demuestran un impacto positivo, negativo o mínimo de la esterilización en el comportamiento general”.
COMPORTAMIENTO AGRESIVO
Los comportamientos agresivos en el perro doméstico ponen en peligro el bienestar del propio animal y de su entorno. La agresión dirigida hacia familiares y extraños sigue siendo una de las causas principales de abandono y eutanasia. El 58 % de los dueños de perros holandeses, según la experta, utilizó la castración para “corregir comportamientos no deseados, pero no logró reducir la agresión en la mayoría de los perros”. Incluso se han observado argumentos marginales en los niveles de agresión dirigida hacia extraños en perros castrados, y “trabajos anteriores mostraron que la castración no logró mejorar la agresión dirigida hacia extraños”.
Por el contrario, “otras publicaciones concluyeron que la agresión dirigida por humanos y la agresión entre especies fueron menos prevalentes en perros castrados”.
Por otra parte, los vínculos entre la esterilización y la ansiedad parecen más concluyentes y consistentes que la agresión, y “la evidencia publicada sugiere que la esterilización no es una estrategia adecuada para reducir las respuestas ansiosas y puede magnificar las tendencias ansiosas y temerosas”.
En este sentido, “la esterilización se ha relacionado con un aumento de la ansiedad en los perros de compañía, y los perros castrados antes del año de edad presentan respuestas de miedo exageradas”.
14 agosto 2023
El origen de los perros San Bernardo
Cuando pensamos en Suiza pensamos en montañas, chocolate, vacas y, seguramente, perros San Bernardo. Esta raza es un símbolo de Suiza y se ha vuelto muy popular, pero es relativamente reciente: hasta el siglo XIX no existían los San Bernardo como tales, aunque sí su ancestro directo, el mastín de los Alpes, hoy desaparecido.
El origen de los San Bernardo se remonta a uno de esos mastines, un perro rescatador llamado Barry que vivió a principios del siglo XIX en el paso del Gran San Bernardo, del que toma su nombre. Esta es la historia de cómo un héroe perruno se convirtió en el padre de toda una raza.
BARRY, EL RESCATADOR DE LAS MONTAÑAS
Para encontrar al “padre” de la raza San Bernardo debemos trasladarnos al año 1800, a un hospicio de montaña en el Paso del Gran San Bernardo, que separa el cantón suizo de Valais y la región italiana del Valle de Aosta. Hasta la llegada del ferrocarril, estos pasos de montaña eran la manera habitual de cruzar de un valle a otro; pero se trataba de una travesía muy peligrosa, especialmente en invierno ya que el tiempo era imprevisible.
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Hospicio del Paso del Gran San Bernardo |
Por ese motivo a lo largo de la ruta se construían hospicios, habitualmente regentados por monjes, en los que los viajeros podían refugiarse, comer y dormir. También se criaban perros de montaña, que gracias a su buen olfato podían rastrear a los viajeros perdidos. Los preferidos eran los mastines de los Alpes, una raza hoy desaparecida caracterizada por su gran fuerza, lo cual les convertía en excelentes rescatadores.
En el hospicio del Gran San Bernardo nació en 1800 un perro especialmente hábil en el rescate, llamado Barry, que a lo largo de sus más de diez años de servicio salvó a más de 40 personas de morir congeladas en las montañas. Los monjes del hospicio le dieron los apodos de “Barry el salvador” y “santo entre los santos”, y desde entonces en cada generación de perros llamaron Barry a uno de ellos en su honor.
LOS ORÍGENES DEL SAN BERNARDO MODERNO
Terminada su vida de servicio, a los doce años Barry se retiró en Berna a cargo de uno de los monjes del hospicio, quien decidió criar a su descendencia como perros de rescate: de ahí nació la raza que hoy conocemos como San Bernardo. Hay que decir que Barry no tenía el aspecto de los San Bernardos actuales y era mucho más parecido a un mastín.
Los descendientes de Barry se cruzaron con otras razas para conseguir unas características óptimas para el rescate en los Alpes: en particular, se buscaba un pelaje más tupido que pudiese proteger a los viajeros de la hipotermia. Por ello se cruzó principalmente con perros de aguas, por su pelaje impermeable, así como con razas musculosas y de gran tamaño; dentro de las razas actuales, los parientes más cercanos de los San Bernardos son posiblemente los Terranova.
12 agosto 2023
Microchip para perros
Un microchip para perros es un chip identificador del tamaño de un grano de arroz que se implanta bajo la piel de tu perro.
La finalidad del microchip es que el perro esté siempre identificado. Se trata de un elemento importante porque, aunque las etiquetas de identificación en el collar también son necesarias, se pueden caer o borrar.
Si se lleva un perro perdido con microchip al veterinario, a una clínica veterinaria o a un centro de acogida, se puede utilizar un escáner para leer el número identificador y buscarlo en una base de datos para identificar al propietario.
Si la información está actualizada, se llamará a la familia del perro para avisarles que alguien ha encontrado a su perro.
Esto es lo mejor que puede pasar si tu amigo peludo se pierde y no lleva un localizador GPS para perros que te permita saber de inmediato dónde está.
De hecho, muchos veterinarios y centros de acogida de animales recomiendan el uso de los microchips. No cabe duda de que se trata de un dispositivo muy útil.
¿Dónde se coloca el microchip?
El microchip se suele implantar entre los omóplatos, a lo largo de la columna vertebral. La colocación es importante, pues no se debe mover mucho.
Lo bueno es que es un procedimiento bastante sencillo, asequible e indoloro. Estos son los pasos:
Antes de extraer el microchip esterilizado del envase, se escanea para verificar que el código sea el mismo que el código de la etiqueta del envase.
A continuación, se coloca el microchip en una aguja y esta se pone en una jeringa especial para este procedimiento.
El veterinario coloca al perro en la posición adecuada. El microchip se suele colocar entre los omóplatos y el perro debe permanecer de pie o tumbado boca abajo.
Se levanta un poco de exceso de piel en el lugar del implante y se inserta la aguja con rapidez. Además, es importante apretar la jeringa para que el microchip quede bien implantado.
En último lugar, se escanea para asegurarnos que se pueda leer.
Tras el procedimiento, tendrás que registrar tus datos de contacto y a tu perro en la base de datos de microchips. Tu veterinario te dará más información y te indicará si debes pagar alguna tarifa.
Advertencia: Si no registras la información del microchip de tu perro en la base de datos, el proceso habrá sido completamente en vano porque el número identificador del microchip no se asociará contigo ni con ninguna otra persona.
El procedimiento para poner un microchip a un perro es rápido y sencillo; es muy probable que dure 10 minutos o menos.
10 agosto 2023
El perro, salvo excepciones, no muerde de un día para el otro
08 agosto 2023
El cerebro de los perros es cada vez más grande
Las razas caninas modernas aún no han alcanzado al lobo en cuanto al tamaño de sus cerebros, pero esa discrepancia se está reduciendo. El cerebro del perro moderno es cada vez más grande, y podría ser gracias a sus interacciones con los humanos.
Un nuevo estudio, publicado en la revista Evolution, investigó el tamaño del cerebro de las razas caninas modernas y antiguas. El equipo de investigadores descubrió que los cerebros de los perros son más grandes cuanto más se alejan genéticamente del lobo.
Fue un hallazgo sorprendente. "Los resultados muestran que la cría de razas caninas modernas ha ido acompañada de un aumento del tamaño del cerebro en comparación con las razas antiguas", afirma en un comunicado de prensa Enikó Kubinyi, investigador principal del Departamento de Etología del Instituto de Biología ELTE. "No pudimos explicarlo basándonos en las tareas o las características vitales de las razas, así que sólo podemos especular sobre las razones".

En el estudio, un equipo de Hungría y Suecia utilizó imágenes de TAC de más de 850 perros que representaban 159 razas para reconstruir el cerebro de distintos individuos y determinar su volumen cerebral. Compararon los resultados con 48 ejemplares de lobo.
Los datos mostraron que un perro con un peso similar al de un lobo tenía un volumen cerebral de unas tres cuartas partes del tamaño del cerebro del lobo. Esto confirma investigaciones anteriores según las cuales la domesticación reduce el tamaño del cerebro en un 20%, ya que los animales no necesitan cazar ni valerse por sí mismos, ni se enfrentan a tantos peligros como en la naturaleza.