02 abril 2019

Tumores en la cavidad oral en perros – Épulis


Como en los humanos, los perros igual pueden presentar tumoraciones en la boca. El épulis es uno de los tumores más frecuentes, es de tipo benigno y fácilmente removible de la boca por medio de la cirugía; en algunos casos es necesaria la aplicación posterior de radioterapia si el diagnóstico es invasivo.



Los épulis, por lo general, se suelen localizar en las encías, cerca de los dientes. Estos tumores se originan del tejido conectivo que sostiene los dientes al alveolo (orificio en la mandíbula donde se ubican los dientes). Se originan a partir del ligamento periodontal, y habitualmente se identifican como masas firmes, aisladas y con un crecimiento progresivo. Se los puede localizar en el margen labial del diente, aunque también puede aparecer desde el espacio interdental.

Con respecto a la edad de los perros, se pueden presentar en perros de cualquier edad, siendo más comunes en perros mayores a 6 años de edad. En cuanto a la raza, el bóxer es quizás la raza más afectada por el épulis fibromatoso. Se cree que existe una causa genética, dado que ciertas razas presentan estos tumores con mayor frecuencia que otras.


Existen tres tipos de épulis:

Fibromatoso: Se origina del tejido fibroso, es de tipo pedunculado y no tiende a ulcerarse

Osificante: Son también pedunculados y no tienden a ulcerarse

Acantomatoso: este tipo de épulis es localmente invasivo y frecuentemente destruye el hueso vecino; a pesar de tratarse de un tumor benigno, se comporta de una forma más agresiva

Tanto el tipo Fibromatoso como el Osificante, en apariencia se parecen a una hiperplasia gingival, son pedunculados y firmes, de un diámetro que varía de 1 a 4 cm, de lento crecimiento, y ocupan uno o dos sitios en el borde de la encía.



Cualquier crecimiento o bulto que aparezca en la boca (o en cualquier parte del cuerpo) debe ser sometido a un estudio exhaustivo, posterior a su extracción. Hay que realizar una biopsia que nos permita catalogar el proceso, y poder clasificarlo según sus signos clínicos y su diagnóstico definitivo (histopatología).


Debemos estar alerta si el perro presenta alguno de estos síntomas:

Babeo excesivo: especialmente si el tumor es de tamaño grande

Pérdida de peso: cuando el tumor es grande el perro va a tener dificultades para masticar y tragar la comida

Dificultad para respirar: esto ocurre cuando el tumor se encuentra ubicado en una zona cercana a la garganta

Mal aliento

Dientes flojos: al crecer, el tumor empuja los dientes vecinos, aflojándolos y produciendo su posterior caída

Sangrado a través de la boca, más notorio al tomar agua

Disfagia (dificultad para tragar): se observa en los casos de presencia de tumores grandes

Una vez que notes cualquiera de estos síntomas, deberás llevarlo de inmediato al veterinario.

El tratamiento de elección para este tipo de tumores es la extirpación quirúrgica. El tipo de épulis y su tamaño es condicionante del tipo de cirugía a realizar.

Por lo general, durante la cirugía se extraerá también parte de la encía vecina al tumor y, en algunos casos, también piezas dentarias y el hueso circundante.

Épulis Fibromatoso: para este tipo de tumor la extirpación quirúrgica resulta en la curación total.

Épulis Osificante: en estos casos la cirugía resulta en la curación del perro.

Épulis Acantomatoso: dado que este tipo de épulis resulta francamente agresivo, deberá realizarse una extirpación bien amplia y, dependiendo de la localización del mismo, deberá extraerse también parte de la mandíbula o maxilar; en casos de tumores de tamaño importante, puede resultar beneficioso la posterior aplicación local de radioterapia.



Debes llevar a tu mascota para que le realicen un examen de inmediato si detectas indicios de un tumor que le crece en las encías. La detección temprana evitara problemas posteriores.


Fuente: diariodelsureste.com.mx - Dra. Carmen Báez