03 junio 2021

¿Por qué mi perro se desmaya?


Con frecuencia llegan a la consulta veterinaria propietarios indicando que su perro se ha “desmayado” o también que “le ha dado algo a la cabeza” o “ha sufrido un infarto” o que “tiene convulsiones”. En la mayor parte de los casos se trata de una pérdida transitoria de la consciencia completa o parcial.

Al igual que en medicina humana, las causas y los mecanismos que desencadenan la pérdida de la consciencia son complejos y a veces es difícil o imposible determinar la causa. Las causas pueden clasificarse como traumáticas o no traumáticas. El origen traumático es fácil de determinar por los antecedentes del animal. Las causas no traumáticas pueden dividirse en síncope y convulsiones. A veces pueden ser difícil de diferenciar porque pacientes con síncope pueden presentar también movimientos tónico-clónicos similares a convulsiones.

Perro con sistema Holter para monitorear su ritmo cardiaco de 24 hs



Pero ¿qué se entiende por síncope? El síncope se define como una pérdida súbita de la consciencia y tono postural, de corta duración y recuperación espontánea. A veces los animales no llegan a “desmayarse” completamente, pero se muestran desorientados durante unos segundos y luego se recuperan. Las causas que lo desencadenan pueden ser de origen cardiorrespiratorio (arritmias, afecciones pericárdicas, valvulares, cardiomiopatías, hipertensión pulmonar) o neurocardiogénico (mediados neuralmente), es decir por trastornos del sistema nervioso autónomo (el que se encarga de regular la presión arterial y la frecuencia cardiaca).

Independientemente de la causa, el resultado final es la disminución brusca del flujo sanguíneo al cerebro con la consiguiente pérdida de la consciencia y síncope.

En los perros la cardiopatía isquémica (generalmente denominado infarto de miocardio) como la descrita en medicina humana no existe, por lo que los infartos como causa de síncope son improbables en las mascotas.

Perro con marcapasos

¿Cómo llegamos a determinar la causa de los síncopes? Los síncopes de origen cardiaco son más fáciles de poner de manifiesto porque con la auscultación puede determinarse la presencia de soplo o arritmia. En los animales con soplo se realiza un examen ecocardiográfico para determinar si se trata de problemas valvulares, miocárdicos o pericárdicos. En los perros con alteraciones del ritmo cardiaco podemos realizar un electrocardiograma para tipificar exactamente de qué arritmia se trata y administrar el tratamiento más adecuado. En perros con historia de síncopes que no presentan ni soplo ni arritmia en la consulta podemos realizar una monitorización Holter con el fin de evaluar el ritmo cardiaco durante 24 horas, realizando su actividad habitual en casa ya que hay arritmias que aparecen durante el ejercicio o, todo lo contrario, cuando el animal está descansando.

Las causas de los síncopes mediados neuralmente son más difíciles de determinar y a veces nunca se llega al diagnóstico. Incidentes tales como episodios continuados de tos (síncope tusígeno) o de vómitos, o periodos de excitación como juegos con otros perros o visitas de familiares queridos por la mascota pueden desencadenar el síncope.

¿Cuál es el pronóstico de los perros con síncope y cómo los tratamos? El pronóstico depende de la causa. En general, los síncopes mediados neuralmente tienen mejor pronóstico que los síncopes debidos a cardiopatías.

Arritmia, antes y después del tratamiento


Los síncopes debidos a problemas del sistema nervioso autónomo suelen desaparecer corrigiendo la tos, los vómitos o controlando los momentos de excitación. Si la causa son arritmias en las que desciende mucho la frecuencia cardiaca se puede implantar un marcapasos con el fin de adecuar la frecuencia cardiaca a las necesidades del paciente. Si por el contrario, se trata de ritmos cardiacos muy rápidos, se debe actuar pronto a nivel hospitalario, administrando fármacos antiarrítmicos, ya que pueden ocasionar la muerte del animal. En los casos de afecciones valvulares o cardiomiopatías puede ser más difícil corregir los síncopes si la cardiopatía está en un estadio avanzado o se trata de estenosis valvulares severas. Algunos problemas congénitos podemos mejorarlos mediante intervencionismo cardiaco (cateterismo) similar a lo que se realiza en medicina humana. Sin embargo, los casos de anomalías complejas que requieren circulación extracorpórea no se llevan a cabo en Medicina Veterinaria debido, principalmente, al coste elevado ya que se requiere personal muy cualificado y equipamiento complejo y costoso.

En conclusión, nuestra recomendación a los propietarios de perros que presenten pérdidas transitorias de la consciencia (desmayos) es que graben los episodios con su teléfono móvil y acudan a su Veterinario con el fin de que se investigue la causa de los mismos y se instaure el tratamiento más adecuado.

"Respetar a los animales es una obligación, amarlos es un privilegio”


Fuente: murciaeconomia.com

MJ Fernández del Palacio - Servicio Cardiología - Hospital Veterinario Universidad de Murcia