29 julio 2021

Una 'startup' crea un test para alargar hasta tres años la vida de los perros


Embark Veterinary es una ‘startup’ del ámbito de la genómica y biotecnología. Su investigación se basa en el procesamiento del perfil genético de las mascotas para aumentar sus años de vida. Masayoshi Son, el empresario y dueño de Softbank, ha decidido apostar por esta nueva empresa y ha liderado una ronda de financiación de 75 millones de dólares para la compañía. Hecho que ha provocado que la valoración de Embark Veterinary se dispare a los 700 millones.

La empresa se fundó en 2015 y tiene sede en Boston. Embark Veterinary, ofrece una prueba de ADN para las mascotas que identifica su origen concreto y determina las condiciones de salud a tener en cuenta. De esta forma, es posible adelantarse a futuras enfermedades de los perros antes de que ocurran y así aumentar su esperanza de vida.

Este test puede mostrar que un perro sano tiene un elevado porcentaje de sufrir roturas de huesos, por lo que será importante cuidar su peso y dieta. Otra posible enfermedad que se puede detectar es la hiperuricosuria, que se produce cuando existen elevados niveles de ácido úrico en el organismo, lo cual puede dar lugar a cálculos en el riñón o la vejiga. Nuevamente, controlar la dieta del animal será importante para evitar la aparición de esta y otras enfermedades y alargar la esperanza de vida de la mascota.



La prueba se llama Breed ID y en este momento su precio es de 129 dólares, unos 109 euros. En estos momentos la compañía está considerando abrirse al mercado internacional tras los últimos avances y la gran inversión económica realizada por Vision Found. Pero por lo que comentan sus fundadores, los hermanos Ryan y Adam Boyko, es un proyecto con futuro porque, "El tema de la mortalidad, debido a la pandemia, ha hecho que las familias se den cuenta de que quieren a sus perros cerca durante el mayor tiempo posible", ha declarado Boyko a Bloomberg.

Asimismo, y según ha publicado Bloomberg, los ingresos de Embark Veterinary aumentaron un 235% el año pasado y está cerca de superar los 100 millones de ingresos este año. Entre los últimos inversores está Masayoshi Son. El empresario ha entrado en el proyecto porque parece que el plan de conseguir alargar la vida de los perros en la próxima década le ha seducido.

El empresario nipón posee acciones en empresas de la talla de Netflix, Amazon o Tesla aunque habrá que ver si ha acertado con esta nueva inversión. No sería la primera vez que una inyección en una 'startup' le haya generado pérdidas a Son. Es el ejemplo de Uber y WeWork, estas dos apuestas le costaron 16 millones de dólares en pérdidas.


Fuente: La Vanguardia - Eñaut Zuazo