18 febrero 2022

Glándulas anales, el DNI oloroso de los perros


Las glándulas anales (o perianales) se sitúan a ambos lados del ano del perro.



Si no se vacían correctamente pueden obstruirse provocando infecciones, quistes e incluso abscesos.

Estas glándulas tienen varias funciones, desde lubricar el recto hasta dotar al perro de una identidad única. Sin embargo, si no se vacían correctamente puede ocasionarle molestos problemas de salud que pueden llegar a ser graves, como infecciones o abscesos.

Almacenan en su interior una sustancia que lubrica el ano con cada deposición. Este líquido, amarillento y maloliente, además de lubricar la zona para facilitar las deposiciones, proporciona a cada perro un olor único, que es su seña de identidad. A través de este olor único, del que dejan constancia a través de sus heces, informan a otros perros de su especie sobre su sexo, enfermedades, estatus, temperamento… 

Por eso los perros ‘se saludan’ olisqueándose esta parte de su anatomía y cuando tienen miedo las vacían para disuadir a su enemigo. En general, los perros sanos las vacían sin problemas, puede ocurrir que tengan dificultades para ello, lo que puede ocasionarles molestas que pueden derivar en infecciones, obstrucciones o incluso abscesos. Además de vigilar que esto no ocurra, si es necesario debemos vaciar -con la ayuda de un veterinario o experto- estas glándulas nosotros mismos.


¿Cómo sabemos que la glándula no se vacía correctamente?

La edad, una mala alimentación, la obesidad, el embarazo, traumatismos, infecciones, etc. pueden provocar que la glándula anal no se vacíe correctamente, lo que puede ocasionar a la larga problemas como infecciones, abscesos, quistes o adenomas. Los síntomas más comunes que provoca un mal vaciado son los siguientes:


-Se lame o mordisquea la zona con frecuencia.

-Arrastra el trasero por el suelo, como cuando tiene parásitos.

-Se muestra intranquilo y apático.

-Los sacos anales son más visibles debido a la inflamación.

-Desprende un olor más fuerte y distinto al habitual.

-Presenta dolor al defecar.

-En algunos casos, puede presentar fiebre.


Si presenta estos síntomas, deberemos ir al veterinario cuanto antes tratarlo en caso de infección o abscesos… que pueden requerir incluso una pequeña intervención quirúrgica. Aunque lo más urgente será vaciar las glándulas anales, un procedimiento muy sencillo para un veterinario o experto, pero que requiere de cierta destreza.


¿Cómo y cuándo realizar el vaciado de las glándulas anales?

Hay perros que, por problemas de salud, edad, etc. tienen una mayor predisposición a tener dificultades para vaciar las glándulas anales. En este caso, deberemos ayudarles a vaciarlas siempre que notemos que tiene líquido acumulado. El veterinario puede enseñarnos a hacerlo en casa, pero, en general no se recomienda, “si los sacos anales están demasiado llenos es posible vaciarlos mediante presión.


Pero no es tan fácil como puede parecer y es conveniente que el veterinario explique cómo hacerlo. Hay que sujetar las bolsas entre el pulgar y el dedo índice (preferiblemente con un guante y un pañuelo en la mano) masajeando desde delante hacia atrás. En caso de una obstrucción persistente (…) puede ser necesario introducir un dedo en el ano y exprimir así la glándula hacia su apertura para vaciarla. ¡Cuidado! No se debe experimentar con esto en casa: debe hacerlo un especialista. Tampoco es aconsejable intentar vaciar las glándulas de manera preventiva en casa, ya que esto puede estimular la producción del material de excreción. Si se hace de forma incorrecta se podría producir la irritación e infección de la glándula sana”, advierten. 


¿Cómo prevenir los problemas de vaciado?

Podemos poner de nuestra parte para que nuestro perro no tenga problemas para vaciar sus glándulas anales, como proporcionarle una alimentación adecuada alta en fibra y adecuada a sus necesidades para evitar el estreñimiento y la obesidad. Además, habrá que observar regularmente si el perro siente molestias en la zona anal o si sus heces son consistentes. 

Si una de estas dos cosas falla, deberemos acudir al veterinario a que revise sus glándulas anales. Debemos extremar las precauciones en caso de tener perros predispuestos a padecer problemas en la zona, como los machos dominantes o poco sumisos, los que tienen entre tres y los ocho años -edad en la que con mayor frecuencia aparecen estos problemas- y los perros que no están esterilizados.


Fuente: 20 minutos / Mercedes Borja