22 octubre 2024

La localización a distancia de los perros: cómo lo hacen y por qué

Los perros utilizan sus asombrosas capacidades cognitivas y emocionales en viajes de gran alcance.

Las rutas que siguen perros (y gatos) para volver a casa podrían involucrar campos magnéticos. La mayoría de los perros no utilizan el olfato y los perros ciegos pueden encontrar su hogar. Encontrar el camino implica un tipo de vínculo extraño a través del espacio, una fuerza emocional no local.



Siempre me ha interesado todo lo relacionado con los perros, y hace un mes recibí un fascinante correo electrónico del escritor de historia de la ciencia Richard Sugg, autor de Dogsygen: Celebrating the Secret Lives of Dogs, en el que celebra las vidas secretas, los amores, las aventuras, el heroísmo y la genialidad de los perros, junto con el regreso a casa a través de grandes distancias.

El correo electrónico de Richard me hizo pensar una vez más en la habilidad de volver a casa y las capacidades cognitivas en las que probablemente se basa y lo que sabemos y no sabemos sobre este comportamiento fascinante y bien documentado. Los perros muestran asombrosas habilidades para regresar a casa, y hay algunas historias muy interesantes de regreso a casa a larga distancia, pero no está claro qué señales utilizan. Algunos sugieren que los perros usan el olfato o el campo electromagnético de la Tierra. Entre las historias clásicas hay una sobre un perro llamado Bobbie que desapareció durante un viaje en coche en 1923 y seis meses después encontró el camino a casa, viajando a pie desde Indiana a Oregón, un viaje de alrededor de 4,000 kilómetros. Richard también se pregunta sobre la fuerte conexión emocional que podría impulsar el regreso a casa, un tema que ha recibido poca atención.

17 octubre 2024

Pavlov estaba equivocado


Los perros prefieren las felicitaciones de sus dueños a la comida, según un estudio


Desde este momento, la frase "Qué vida más perra" adquiere otro significado. Un nuevo estudio realizado por la revista Social, Cognitive and Affective Neuroscience muestra que los perros prefieren las felicitaciones de sus dueños a la comida. La investigación es una de las primeras en combinar los datos de imágenes del cerebro con los experimentos de comportamiento para explorar las preferencias de recompensa de los perros. 

"Estamos tratando de comprender la base del vínculo entre perros y humanos y si es, sobre todo, acerca de la comida o acerca de la relación en sí misma", ha afirmado el neurocientífico de la Universidad de Emory y autor principal de la investigación, Gregory Berns. "De los 13 perros que completaron el estudio, se encontró que la mayoría de ellos o anteponían el cariño de sus dueños a los alimentos o parecían tener preferencia por ambos por igual. Sólo dos de los perros mostraron una fuerte preferencia por la comida", ha explicado.

LOS PERROS DE PAVLOV

Los perros estuvieron en el centro de los más famosos experimentos de condicionamiento clásico llevados a cabo por Ivan Pavlov a principios del siglo XX. Pavlov demostró que, si los perros están entrenados para asociar un estímulo particular con los alimentos, los animales salivan con la mera presencia del estímulo, a la espera de la comida.

"Una de las teorías acerca de los perros es que son primariamente máquinas de Pavlov: sólo quieren comida y sus propietarios son simplemente el medio para conseguirlo —ha señalado Berns— Otra teoría más actual, habida cuenta de su comportamiento, es que los perros valoran el contacto humano en sí mismo"

Berns dirige el Dog Project en el Departamento de Psicología de Emory, que está investigando cuestiones evolutivas que rodean al mejor y más antiguo amigo del hombre. 
El proyecto fue el primero en entrenar a los perros para entrar voluntariamente en un escáner de resonancia magnética funcional (fMRI) y permanecer inmóviles durante la exploración, sin restricción o sedación. En investigaciones anteriores, se identificó la región del núcleo caudado del cerebro canino como un centro de recompensa. También mostró la forma en que la región del cerebro de un perro responde con más fuerza a los aromas de los humanos conocidos que a los olores de otros seres humanos, o incluso a las de los perros familiares. Para el presente experimento, los investigadores comenzaron el entrenamiento de los perros asociando tres objetos distintos para diferentes resultados. 
Un camión de juguete de color rosa marcó una recompensa de comida; un caballero azul de juguete señaló elogio verbal del propietario; y un cepillo para el cabello no señaló ninguna recompensa, sirviendo como control.

Entonces, los perros fueron probados con los tres objetos en una máquina de resonancia magnética funcional. Cada perro fue sometido a 32 ensayos para cada uno de los tres objetos mientras se registraba su actividad neural. Todos los perros mostraron una activación neuronal más fuerte para los estímulos de recompensa en comparación con el estímulo que no señalizó ninguna recompensa, y sus respuestas abarcaron una amplia gama. Cuatro de los perros mostraron una particularmente fuerte activación para el estímulo que marcó el elogio de sus propietarios. Nueve de los perros mostraron una activación neuronal similar tanto para el estímulo del elogio como para el estímulo de los alimentos. Y dos de los perros mostraron consistentemente una mayor activación cuando se mostró el estímulo para la comida, según el estudio. 

Los perros se sometieron a un experimento de comportamiento. Cada perro estaba familiarizado con una habitación que contenía un simple laberinto en forma de Y: Un camino del laberinto llevaba a un plato de comida y el otro camino al dueño del perro. Los propietarios estaban sentados de espaldas a sus perros. Entonces, el perro fue puesto en libertad en varias ocasiones en la habitación y le permitió elegir uno de los caminos. Si iban con el dueño, el dueño les felicitaba.

"Hemos encontrado que la respuesta del caudado de cada perro en el primer experimento se correlacionó con sus opciones en el segundo experimento —ha añadido Berns— Los perros son individuales y sus perfiles neurológicos se ajustan a las opciones de comportamiento que adoptan. La mayoría de los perros se alternaron entre el alimento y el dueño, pero los perros con la respuesta neural más fuerte hacia los elogios optaron por ir con sus propietarios de 80 a 90 por ciento de las veces. Se muestra la importancia de la recompensa social y el cariño a los perros. Puede ser análoga a la forma en que los seres humanos sentimos cuando alguien nos elogia".


Fuente: Huffington Post

14 octubre 2024

Parvovirus / Parvovirosis

Historia – Antecedentes – Situación Actual
                                                                                                  

El parvovirus canino apareció a fines de la década del ´70 y la primera cepa descripta fue denominada CPV2. Posiblemente este virus haya sido una mutación del virus de la panleucopenia felina, aunque no es esto seguro. Hacia 1978 se había difundido por todo el mundo. En 1979 se describe una primera mutación y se denomina CPV2-a.

Hacia 1984 aparece un nuevo mutante (genotipo) denominado CPV2-b. La aparición de vacunas vivas atenuadas llevó a encontrar un nuevo equilibrio entre el virus y la población canina mundial. Hacia el año 2000 se describe en Italia un brote de parvovirus en un criadero de Boyeros de Berna, en animales vacunados y al investigar el genoma viral, descubren una nueva mutación que pasó a denominarse CPV2-c. Numerosos estudios científicos demostraron que el nuevo genotipo NO ERA UNA MUTACION DE LA VACUNA DE PANLEUCOPENIA FELINA y que posiblemente haya sido una adaptación del virus de la parvovirosis del zorro rojo europeo. El primer antecedente de parvovirus CPV2-c es del año 2003, proveniente de una veterinaria de Caseros, sobre un canino que había sido vacunado y había enfermado de parvovirus (fui yo, personalmente quien tomara esa muestra que fuera procesada en el año 2009 por PCR en el Centro de Virología Animal – CEVAN, Conicet).

Las empresas fabricantes de vacunas (europeas y norteamericanas) conocían la existencia de este genotipo, pero jamás advirtieron de su existencia y desde su descripción en el año 2000 no han podido cultivarlo “in vitro” para su posterior atenuación y fabricación de una nueva vacuna. Si esto hubiera sido de otra manera, ya alguna empresa nos hubiese vendido esta vacuna y se habría diferenciado con una agresiva campaña de marketing, como lo hizo Ford Dodge con su genotipo atenuado CPV2-b.
Este año el CEVAN chequeó por PCR todas las vacunas contra parvovirus canino y todas, excepto la de Ford Dodge, poseen como cepa vacunal virus atenuado correspondiente a CPV2 (la cepa original de 1978) y Ford Dodge, tal como lo declara su publicidad posee como cepa vacunal una variante atenuada de CPV2-b.


Animales Vacunados y enfermos de parvovirus CPV2-c
En el mundo y también en Argentina hemos detectado cachorros enfermos de parvovirus con esquemas de vacunación completos e incompletos. Básicamente estamos observando brotes en criaderos, aunque hemos detectado casos que llamamos domésticos en algunas veterinarias en animales que no son de criadero.
Las principales empresas fabricantes de vacunas nos han entregado en muchos eventos tanto de criadores como veterinarios literatura científica donde dicen que sus vacunas protegen contra esta nueva variante de parvovirus, en todos se hace mención que realizaron experimentos sobre perros (generalmente beagles). Los animales de experimentación elegidos son beagles provenientes de bioterios criados bajo condiciones especiales denominadas “libres de patógenos específicos” o “SPF”. Básicamente estos son perros nacidos por cesárea y criados en “burbujas” donde están totalmente aislados de patógenos ambientales. Es importante destacar esto, ya que en condiciones experimentales los animales vacunados y posteriormente desafiados (expuestos) a virus salvaje, han sobrevivido a la infección experimental y los animales no vacunados (grupo control) desarrollaron en 2 a 5 días la infección.

¿Qué podemos rescatar de estos trabajos?
Que las vacunas, todas, protegen, al menos parcialmente y digo, parcialmente ya que la realidad de los criaderos no es la de un bioterio SPF, ya que los animales conviven con diversos patógenos ambientales y reciben de su madre inmunidad por anticuerpos tanto de placenta como por calostro (primera leche en las 24 a 36 hs de un neonato). Entonces al vacunar un cachorro en un criadero puede haber inicialmente
diversas parasitosis internas (coccidios, áscaris, ancilostomas y otros) o externas (demodexia, sarna) o infecciones fúngicas (malassezia, tiña) o infecciones bacterianas (estreptococos, estafilococos, bordetella u otros) o infecciones virales (parvovirus, coronavirus, distemper u otros) que comprometan el desarrollo de una inmunidad efectiva. Por otro lado al recibir anticuerpos maternos por calostro, los mismos pueden bloquear la vacuna viva, neutralizando los virus atenuados. Y éste es el quid de la cuestión. Intento mostrar los múltiples factores presentes al momento de vacunar un cachorro que pueden conducir al éxito o fracaso de una correcta protección. Sumemos a este comentario que hay una nueva variedad viral que es mucho más astuta que sus antecesores.
La última gran observación en este combo explosivo es el estrés, estamos vacunando un cachorro aproximadamente a los 45 días que fue o está siendo destetado, con cambios en su entorno social (desmadre, separación de sus hermanos, nueva casa) también cambios en la dieta (pasa de la lactancia a comida sólida) y frente a grandes requerimientos propios de la edad… debe crecer, construir músculos y desarrollar órganos claves para toda su vida.


Vacunar o no vacunar… Esa es la cuestión.

INDUDABLEMENTE DEBEMOS VACUNAR.

¿Cuándo, cuánto y cómo? Cada criador deberá establecer un plan inmunoprofiláctico junto a un profesional que pueda tomar decisiones sobre inmunidad poblacional, bioseguridad y nuevas tecnologías disponibles.

Algunos consejos generales:
  • Iniciar la vacunación de la lechigada entre los 40 a 45 días. Podemos anticipar la vacunación a los 30 días bajo determinadas condiciones.
  • Revacunar cada 21 días pudiendo extender el lapso a 30 días, según condiciones.
  • Contar con un adecuado plan alimenticio y antiparasitario de todo el criadero.
  • Frente a la sospecha de infección por parvovirus realizar un correcto diagnóstico, esto es remitir para PCR un hisopado rectal en seco y a temperatura ambiente (Cátedra de Virología FCV-UBA o CEVAN).
  • Retirar precozmente los cachorros del criadero frente a un brote de parvovirus.
  • Utilizar citocinas (IFN e IL2) en los cachorros enfermos, junto con el tratamiento sintomático.
  • El uso de interferón (IFN) alfa – beta oral antes de la vacunación proveerá al cachorro de un estado virostático que le dará más chances de sobrevivir si está en contacto con el virus salvaje.
  • Reforzar las vacunas con una dosis de IL2 permitirá aumentar la potencia vacunal como se demostró en otras especies.
  • El uso de Inmunoalfa® en el alimento de los cachorros, madres y recría permitirá reducir la circulación viral en el criadero.
  • La aplicación de una dosis semanal de IFN por vía intramuscular potenciará el efecto virostático.
  • Toda medida de bioseguridad física – química es poca y mejorará las chances de que nuestros cachorros no se enfermen. Me refiero al uso de desinfectantes, barreras de aislamiento, uso de fuego o formol.
Nuevas Tecnologías desarrolladas por el CIV

Interferón alfa – beta (IFNα-β) oral: el uso de una combinación de ambos interferones (IFNs) en una dosis de 100 UI (50 de IFNα y 50 de IFN β) permite desarrollar una fuerte inmunidad inespecífica en mucosas, sin observarse una absorción sanguínea del mismo, con lo cual no se inhibe la vacuna a virus atenuados, ya que ingresan por vía subcutánea y la respuesta se monta en los ganglios linfáticos. En 15 horas de la primera toma oral, cualquier virus no podrá replicarse con facilidad en la puerta de entrada (boca, nariz o conjuntiva ocular). El uso de IFNs oral permite en las primeras 24 hs tener un estado virostático en todas las mucosas, ya que las células activadas en la orofaringe viajan a otras mucosas (respiratorias, oculares, digestivas, genitales) e incluso piel.

Inmunoalfa®: es un polvo termoestable que posee una combinación de IFNs y Lectinas que promueven una vigorosa respuesta inmune innata, puede mezclarse en el alimento balanceado de cualquier categoría, nosotros sugerimos utilizarlo en hembras con cachorros al pie, en cachorros de destete y en animales de recría. El CIV está en contacto con una empresa de balanceados para poder desarrollar un alimento que ya tenga incorporado Inmunoalfa® en el mismo. Hemos terminado la etapa experimental que se prolongó por dos años con muy buenos resultados.

IFN alfa inyectable (IFNα): el uso de IFNα semanal en todos los animales de distintas categorías permite bajar la circulación viral. Además es un agente terapéutico para el tratamiento de animales enfermos o sospechados de estar infectados. Debemos tener en cuenta que el IFNα inyectable a diferencia del IFNs oral sí pueden interferir las vacunas, con lo cual la administración del mismo debe hacerse bajo supervisación veterinaria.

Interlukina dos (IL2): diversos estudios científicos en el mundo demostraron en diversas especies que la aplicación simultánea de IL2 con antígenos vacunales incrementaba la potencia de los mismos al momento de montar una respuesta inmune efectora. Hace meses que en diversas sedes del CIV nuestros profesionales vacunan cachorros con IL2 como potenciador de la vacuna. También diversos criaderos incorporaron esta práctica. Junto con el IFNα inyectable es una importante herramienta terapéutica en animales infectados por virus, ya que la IL2 es el principal agente de multiplicación de linfocitos y los virus provocan linfopenia.

Asesoramiento a criaderos =  Estrategias Inmunoprofilácticas
Hoy en el CIV estamos formando profesionales que puedan asesorar a criadores sobre el desarrollo de diversas estrategias inmunoprofilácticas sobre los siguientes ejes.
  1. Planes sanitarios (vacunación y desparasitación)
  2. Uso de citocinas como inmunomoduladores en planos preventivos y terapéuticos.
  3. Protocolos de bioseguridad
  4. Diagnóstico.             

MSA-MV Pablo F. Maure
CIV (Centro de Inmunoterapia Veterinaria)
Fuente: http://portaldog.com

12 octubre 2024

Golpe de calor en los perros


El golpe de calor es un síndrome que ocurre en los animales, especialmente en zonas más próximas al trópico. Se observa por lo general en perros deportistas o de trabajo que realizan sus actividades al aire libre en días extremadamente calurosos o en animales sometidos a encierro en sitios calientes, poco ventilados y sin acceso al agua. El ejemplo más frecuente es el de los animales que permanecen dentro de un coche o atados al sol en pleno verano. Los gatos parecen ser más resistentes a la exposición al calor que los perros y esta condición no suele verse en ellos.

El golpe de calor es un aumento de la temperatura corporal que resulta en daños térmicos en todos los tejidos del cuerpo. Experimentalmente se ha determinado que la temperatura crítica en los perros es una mayor a 43ºC. Los signos clínicos son variados, e incluyen jadeo excesivo, taquicardia, lengua muy oscura o azulada, postración, temperatura corporal muy elevada, sangrado, vómitos y diarrea. Las complicaciones serias que pueden ocurrir son una falla renal, hepática, déficit de coagulación, shock o arritmias cardíacas.

Normalmente es el cerebro quien controla la temperatura corporal, que recibe información de diferentes sensores en la piel y en la sangre. Cuando el cuerpo está demasiado caliente, se activan los mecanismos para disipar el calor, que son principalmente la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel, el jadeo y el aumento de la frecuencia cardíaca. También actúan otros mecanismos de compensación a nivel celular. Los perros casi no tienen glándulas sudoríparas, de modo que no pueden disipar calor mediante la transpiración, como los humanos, los caballos o las vacas.







Los factores que predisponen a un golpe de calor son varios. Hay factores ambientales que impiden una correcta disipación del calor, como una mala ventilación, falta de agua fresca para beber, humedad alta, falta de aclimatación del animal a la alta temperatura ambiente. Por otro lado, hay factores internos que también facilitan el aumento de la temperatura corporal, como un perro con mala condición física corriendo en un día de mucho calor. Los perros de hocico corto (braquicefálicos) como los Boxers, Pugs y Bulldogs están especialmente predispuestos al golpe de calor, ya que en ellos se dificulta la disipación de calor en la nariz. También los animales obesos, que retienen más calor, los que padecen alguna enfermedad cardiovascular o los muy jóvenes o viejos tienen mayor predisposición.

Cuando la temperatura corporal se eleva demasiado se inactivan las enzimas (son diferentes proteínas que llevan a cabo todas las funciones celulares), se destruyen las paredes de las células y se alteran las uniones químicas. Esto y los demás efectos que se suceden provocan daños en todos los órganos del cuerpo, sobre todo en el corazón, hígado, los riñones, el intestino y puede ocurrir edema cerebral. A nivel de la sangre, se rompen muchos glóbulos rojos y se dificulta la coagulación, lo que provoca hemorragias. Se produce también una muerte masiva de las células en los músculos, formados mayormente por proteínas.

Los daños dependerán de la intensidad y la duración del golpe de calor, por eso es tan importante comenzar a bajar la temperatura lo antes posible. Lo mejor es empapar al perro con agua fresca, pero no helada, porque eso contrae los vasos sanguíneos de la piel y el calor no puede disiparse. Se puede combinar el agua con un ventilador que elimine el calor rápidamente de la superficie del cuerpo. Un golpe de calor es una emergencia extrema, de modo que debes llevar al perro a su veterinario lo antes posible. Él podrá aplicar suero y darle corticoides endovenosos para contrarrestar el shock y proteger las células y antibióticos para evitar infecciones generalizadas. Además iniciará el tratamiento de sostén necesario para los riñones, hígado, coagulación, corazón, convulsiones o los signos que cada perro muestre.

Por último, si tu perro ha sufrido un golpe de calor debes refrescarlo lo antes posible, con agua fresca pero no helada. Aunque lo veas bien después, llévalo a que lo revise el veterinario. Algunas de las complicaciones mencionadas pueden aparecer en forma tardía y cuanto antes sean descubiertas y tratadas mejores posibilidades habrá de que el perro no sufra consecuencias graves.

Fuente: amordemascota.com



05 octubre 2024

Otitis externa


  • La otitis externa es la inflamación del epitelio de revestimiento del conducto auditivo externo.

    Contenidos:

    1. Etiopatogenia
    2. Cuadro clínico
    3. Diagnóstico
    4. Tratamiento
       
  • Es una patología frecuente, representando hasta una cuarta parte de las consultas dermatológicas caninas y una sexta parte de las felinas, apareciendo con mayor frecuencia en zonas con clima templado y tropical.

1 -Etiopatogenia

  • Es una patología con etiología multifactorial originada por factores desencadenantes y mantenida por factores perpetuantes. A su vez, se han descrito todo un conjunto de factores predisponentes que proporcionan las condiciones necesarias para la proliferación microbiana.
    • En numerosas ocasiones la otitis externa aparece como un síntoma más de un proceso dermatológico (alérgico, seborreico, etc.).
  • Los factores desencadenantes son los responsables del inicio de la inflamación del conducto auditivo externo. En perros se citan como más frecuentes las alergias, seguidas de lejos de los cuerpos extraños y Otodectes cynotis.
    • Procesos alérgicos. La mitad o más de los perros atópicos o con reacciones adversas a los alimentos llegan a presentar otitis, usualmente bilateral, pudiendo en ocasiones ser el signo principal o único de la alergia.
    • Cuerpos extraños. En determinadas épocas del año es frecuente la aparición de otitis externas por la penetración de espigas y semillas en el interior del conducto en animales que frecuentan jardines o zonas rurales.
    • Parásitos. El principal agente de otitis parasitarias es Otodectes cynotis, causante del 5-10% de las otitis en perros y de un tercio o la mitad en gatos. Es un ácaro muy contagioso, que se extiende de forma rápida, afectando principalmente a los animales más jóvenes. Cursa con una secreción de color marrón-negruzco constituida por cerumen, sangre y exudados, siendo el prurito variable. Otros ácaros que ocasionalmente pueden provocar otitis externa don Demodex canis, Sarcoptes scabiei y Notoedres cati.
    • Trastornos de la queratinización. Los perros que presentan trastornos seborreicos suelen presentar una otitis externa ceruminosa. Esto incluye ciertas endocrinopatías, como el hipotiroidismo, donde los trastornos seborreicos asientan principalmente en las orejas con la aparición de otitis ceruminosas.
    • Afecciones autoinmunes. Los lupus eritematosos, los pénfigos y la celulitis juvenil pueden provocar otitis por extensión de la afectación del pabellón auricular.
    • Reacciones adversas a fármacos. A veces se pueden observar otitis en casos de dermatitis por contacto, por sensibilización a componentes de los preparados óticos.
    • Traumatismos producidos por el propio animal, por un rascado excesivo o por peleas.
    • Neoplasias. Las neoplasias cursan como otitis crónicas que no responden al tratamiento. En perros las más frecuentes son las de glándulas sebáceas, histiocitomas y mastocitomas, mientras en gatos adultos son el carcinoma de células escamosas y en jóvenes los pólipos de origen inflamatorio.
  • Los factores perpetuantes son los que agravan la otitis externa impidiendo su resolución. En los casos crónicos suele haber más de un factor, de manera que su identificación es necesaria para el correcto reconocimiento de la otitis externa.
    • Bacterias, tanto grampositivas como gramnegativas, se perpetúan en el conducto auditivo externo complicando e impidiendo la curación.
      • Las más frecuentes, en perros, son Staphylococcus pseudintermedius (36-70%) y Pseudomonas aeruginosa (3-18%) y, en menor medida, por debajo del 10% cada una, Streptococcus spp, Proteus spp y E. coli. En otro artículo, se ha cuantificado la presencia de cocos en un 38% de los casos caninos y en un 22% los bacilos.
      • En gatos predominan los estafilococos, seguidos de Pasteurella y E. coli.
    • Levaduras, principalmente Malassezia pachydermatis, la cual está estrechamente relacionada con otitis ceruminosas secundarias a procesos

01 octubre 2024

Los perros en la Roma antigua


Muchos de nosotros tenemos mascotas en la actualidad, pero la relación entre humanos y animales es casi tan antigua como los orígenes de la humanidad. Así pues, también los romanos se beneficiaron de la colaboración con distintos animales, y al igual que nosotros, el perro fue su mascota estrella.

A finales de la República romana (durante el siglo I a.C) se puso de moda entre las clases acomodadas la tenencia de un perro que sirviera como guardián del hogar. Encontramos en algunas domi (casas) romanas, mosaicos de perros con la inscripción CAVE CANEM (cuidado con el perro) para advertir a los intrusos. Por ejemplo, el mosaico en la puerta de entrada a la casa llamada «del poeta trágico» o el mosaico del vestíbulo de la casa de Próculo, ambos en Pompeya. Junto a estos mosaicos era común encontrar un Molossus(1), un cánido de fuerte complexión dotado de desgarradores colmillos, orejas cortas y erguidas y piernas de características felinas.

Según el escritor romano Virgilio:

«Nunca, con ellos en guardia necesita temer por sus puestos de un ladrón de medianoche, o ataque de lobos, o bandidos ibéricos en la espalda».

Mosaico en la «casa del poeta trágico»


Por su parte, Marco Terencio Varrón describía las cualidades idóneas para este can:

«Debe tener una cabeza grande, orejas caídas, los hombros y el cuello gruesos, patas anchas, un ladrido profundo, y ser de color blanco con el fin de ser más fácil de reconocer en la oscuridad. […] Debe llevar un collar de cuero tachonado de clavos para proteger el cuello. Un lobo, una vez herido, será menos probable que ataque a otro perro, incluso a uno que no lleve un collar».

La plebe, generalmente con escasos recursos económicos, no se podía permitir este tipo de animales guardianes, así que en su lugar tenían gansos (ocas). Su carácter territorial junto a su fuerte graznido hacían de él un excelente y económico guardián, además de proporcionar huevos para sus dueños.

Por extraño que nos pueda parecer, fueron unos gansos los protagonistas de un heroico acto de defensa en Roma. Según la leyenda, los graznidos que emitieron estos animales cuando la ciudad fue atacada de noche por los galos en el siglo IV a.C, alertó a los soldados romanos, evitando que ésta cayera en manos del enemigo.

Los perros domésticos no siempre fueron molossus guardianes, también existieron pequeños perros que simplemente sirvieron como mascotas entre las clases acomodadas de Roma, los canis catelli. Para este menester era suficiente con ser dóciles y fieles, y los más populares fueron los canis melitae (2), un pequeño perro faldero de pelo blanco y largo, similar al Maltés, aunque de mayor tamaño. Los canis catelli tenían el único cometido de ser animales de compañía siendo un entretenimiento para los niños, una calefacción para las frías noches, un antipulgas y antimoscas para sus propietarios y un símbolo de estatus social. Esta clase de perro llegó a ser una compañía muy querida. La descripción que el poeta romano Marco Valerio Marcial hace de la perra de su amigo Publio, Issa, lo refleja con claridad. 
Dice Marcial:

“Issa es más pura que un beso de paloma, más cariñosa que todas las muchachas, más preciosa que las perlas de la India… Para que su última hora no se la llevara del todo, Publio reprodujo su imagen en un cuadro en el que verás una Issa tan parecida que ni siquiera la misma Issa se parecía tanto a sí misma”.

Respecto a los nombres de los perros, Plinio recomienda nombres cortos y el gaditano Columela en su obra De re rustica que tengan dos sílabas, así como nombres referentes a sus características: Asbolo (hollín), Tigris (tigre), Ferox (feroz), Lupa (loba), Leuco (blanco), Pirra (pelirroja), Cerva (cierva), Celer (rápido), Lakon (espartano)…

Mosaico de la «casa de Próculo»

Estos perros mascota no fueron comunes entre la plebe, pues no se entendía tener un perro que no trabajase, ya fuera de guardián, pastor o cazador.