12 febrero 2021

El afecto importa


La estimulación social positiva y negativa influye en el comportamiento de los perros en una situación posterior que involucra un objeto fuera de su alcance.



Existe una amplia evidencia que sugiere que los perros tienen habilidades sociales altamente desarrolladas que dependen del contexto. La literatura reciente también indica una susceptibilidad similar a la humana a la influencia social en los perros. Sin embargo, aún no está claro cómo el contexto social afectivo afecta la forma en que los perros se comportan en una situación que involucra un objeto fuera de su alcance. 

La manipulación experimental sirvió para preparar a los perros con afecto positivo y negativo en forma de interacciones sociales. Los perros participaron en una interacción social tanto negativa como positiva con un experimentador masculino desconocido. 

Habiendo recibido pretratamiento con diferentes estímulos sociales, los sujetos fueron observados en una tarea instrumental con una experimentadora desconocida solicitando un objeto fuera de su alcance. El análisis de la tendencia de los perros a participar en la tarea reveló que, aunque el tipo de pretratamiento no influyó en si recuperaron el objeto señalado o no, las interacciones sociales tuvieron un efecto facilitador sobre otros aspectos más sutiles de su comportamiento. 

La interacción positiva resultó en una mayor duración del tiempo de observación del experimentador; latencia más corta de moverse tras la liberación y de acercarse al experimentador. Los efectos iniciales de la interacción social negativa se manifestaron en una mayor duración del tiempo de mirar al propietario después de la liberación mientras se miraba más al objeto objetivo durante la primera prueba. 

Estos comportamientos, junto con el hallazgo de que los perros eran más reacios a acercarse al experimentador después de la interacción social negativa, pueden indicar que una estimulación emocional negativa (que involucra el comportamiento insensible del propietario y del experimentador, la separación y un extraño amenazador) causa una interrupción temporal en el vínculo perro-dueño, lo que motiva al perro a repararlo después. 

Estos hallazgos sugieren que la valencia atribuida a la interacción social durante el pretratamiento tiene efectos diferenciales en el comportamiento posterior de los perros. Se discuten posibles paralelismos y diferencias con el comportamiento humano.


Fuente: ScienceDirect