22 abril 2024

Mitad perro, mitad zorro: así es la insólita especie híbrida descubierta en Brasil


Se trata de una espontánea procreación entre especies que pertenecen a géneros taxonómicos distintos, un caso extraño en la naturaleza.

En 2021, un extraño animal apareció en el Centro de Conservación y Rehabilitación de Animales Silvestres de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, en Brasil. Había sido atropellado por un coche y los técnicos de la universidad lo cuidaron hasta que se recuperó. Pero incluso entonces, no tenían claro de qué animal se trataba: era un cánido de pelaje oscuro y grandes orejas, pero no se parecía a ninguno que conocieran.

Y no es de extrañar ya que, hasta entonces, no se tenía constancia de que dicho animal existiera. Dos años después, el ADN ha revelado que se trataba de un híbrido, es decir, un animal nacido de dos individuos pertenecientes a especies distintas: en este caso, el padre era un perro doméstico (Canis lupus familiaris) y la madre un zorro de las Pampas (Lycalopex gymnocercus), una especie presente en la zona central de América del Sur.



UN HÍBRIDO SIN NOMBRE

El análisis de ADN encontró los marcadores genéticos de ambas especies en esta hembra: tenía 76 cromosomas, en comparación con los 78 de los perros y los 74 de los zorros de las pampas. Era, por lo tanto, un animal híbrido que debía considerarse como una especie nueva, aún sin nombre. Hay que señalar que muchos animales híbridos no reciben una nomenclatura científica, pero la mayoría sí que tienen un nombre común: es el caso de la mula, cruce de yegua y burro; o el ligre, cruce de león y tigresa.

La principal peculiaridad de este animal, además de ser el primero que se conoce, era que sus progenitores pertenecían a géneros taxonómicos distintos, cuando normalmente los híbridos son resultado del cruce entre especies pertenecientes al mismo género. El perro doméstico pertenece al género Canis, mientras que los zorros forman el género Lycalopex; ambos forman parte de la familia de los cánidos (Canidae). Esta hibridación, por lo tanto, es rara porque se dio entre especies relativamente alejadas y, cuanto más lejanos genéticamente sean los progenitores, menos probable es que produzcan descendencia viable por la incompatibilidad del material genético.

Hay una segunda razón que hacía peculiar a este animal y es que, aparentemente, la unión entre los progenitores se dio de forma espontánea y no fue algo planificado. Existen numerosos ejemplos de animales híbridos gestados espontáneamente, pero normalmente se da entre subespecies de un mismo tipo – por ejemplo, osos o cocodrilos de distintas áreas geográficas – mientras que en este caso se trataba de una unión entre un animal salvaje como el zorro y uno doméstico como el perro.


UN ZORRO CON CARÁCTER DE PERRO

La apariencia del animal era una mezcla de características de perro y de zorro. La forma del cuerpo era más parecida a la de los zorros y sus grandes orejas son características de este animal, pero su cara era la de un perro: sus ojos eran grandes y redondos, en comparación con los ojos rasgados de los zorros; también tenía un hocico más redondo y una nariz más grande que un zorro, dándole un curioso aspecto de cachorro crecido.



“Era un animal asombroso, un híbrido auténtico entre un zorro de las pampas y un perro”, declaró al diario británico The Telegraph Flávia Ferrari, la conservacionista que trabajó con la hembra durante su recuperación. “Tenía una personalidad tímida y cautelosa y generalmente prefería mantenerse alejada de la gente. Durante el tiempo que estuvo hospitalizada para recibir tratamiento, creo que empezó a sentirse más segura”.

Después de su recuperación fue trasladada al centro de conservación de Mantenedouro Sao Braz en la localidad brasileña de Santa Maria. Pero su aparición hace pensar que, al menos potencialmente, puedan existir más ejemplares, resultado de la proliferación de perros asilvestrados en los hábitats de los zorros. Y si hasta aquí hemos hablado en pasado es porque, lamentablemente, el animal falleció por causas desconocidas. 


Fuente: National Geographic (España) / Abel G.M. / Fotos: Flávia Ferrari