Phoenix fue encontrado en Collinsville, Oklahoma y fue recogido por los rescatistas de Skiatook Paws & Claws Animal Rescue.
Vagaba por las calles y los rescatistas sospecharon que sus dueños lo habían abandonado. Al principio, los veterinarios no estaban seguros si la desfiguración de Phoenix había sido causada por una enfermedad o abuso, pero después de realizar algunas pruebas descubrieron que el cachorro en realidad tiene una enfermedad autoinmune. Phoenix tiene lupus eritematoso sistémico (LES).
Debido a que es una enfermedad autoinmune, el propio cuerpo se ataca a sí mismo, lo que significa que el tratamiento puede ser complicado. Pero afortunadamente, los expertos ahora tienen su enfermedad bajo control y Phoenix está más saludable que nunca. De hecho, pronto estará listo para ser adoptado por una familia amorosa. El centro de rescate publicó una actualización sobre la condición de Phoenix, revelando la atención que ha recibido desde que comenzaron a cuidarlo. En un intento por resolver el misterio de la piel de Phe, su personal veterinario aquí en Owasso, tomó muestras de su piel enferma y las envió al Dr. Trainor, un patólogo veterinario que se enfoca en enfermedades de la piel. Lo que básicamente hace el Dr. Trainor es observar la biopsia a nivel microscópico y decirnos cómo se comporta su piel.
Luego lo llevaron a la clínica de Alergia y Dermatología Veterinaria en Overland Park, Kansas, donde está recibiendo la atención del Dr. David Senter, un dermatólogo veterinario, y está mejorando cada día. Phoenix ha aumentado de peso, su piel se está curando, juega y ladra, persigue pelotas y juega a tira y afloja, incluso duerme en su propio sofá para perros. "Su sonrisa cursi y tímida siempre permanecerá", continúa la publicación. Los músculos de su cabeza nunca volverán. La luz ultravioleta del sol hace que su piel se inflame, por lo que la ropa y el protector solar son imprescindibles.
