15 abril 2020

Cosas a las que les tienen miedo los perros y se pueden evitar


Los miedos o fobias en los perros son bastante comunes pero debemos estar alerta ya que pueden desembocar en traumas o situaciones de estrés nada positivas para el animal. Es común, como en cualquier ser vivo, que nuestro perro presente miedos muy diversos a lo largo de su vida. Estas fobias podríamos clasificarlas en dos grandes grupos: miedo social y miedo inanimado.




El miedo social se refiere a las fobias que surgen de una relación o una confrontación con otro ser, ya sea otro perro, algún otro animal o incluso humanos. Debemos tener en cuenta que si presenta este tipo de miedo, probablemente tenga algún problema de socialización que debemos intentar corregir. El miedo inanimado es fobia a objetos ya sean materiales, como un coche o inmateriales, como el agua. Estos miedos normalmente tienen su raíz en algún tipo de trauma que les dirige a temer algunos sonidos, sensaciones o cosas inesperadas. Debemos destacar que los problemas de miedo deben ser evaluados y tratados. Una evaluación tras una previa observación es básica ya que, de lo contrario, podríamos generar situaciones de mucho estrés al animal que afecte incluso al correcto funcionamiento de su organismo.


Cómo detectar que el perro tiene miedo

Ahora bien, ¿cómo sabemos si nuestro perro tiene miedo? Como cualquier ser vivo mostrará una serie de actuaciones como mecanismo de defensa, para decirnos a nosotros y a su entorno que está asustado. Estas actuaciones pueden ser: intentar escapar, contraerse contra el suelo, defecar, temblar, ladrar, gruñir e incluso agredir para defenderse. Además de esto, es común que se dilaten sus pupilas, eche las orejas para atrás y esconda la cola entre las patas.


¿Qué debemos hacer nosotros ante esta situación? No debemos potenciar sus miedos con caricias o palabras cariñosas, no debe verlo como algo positivo y puede sentirse desubicado si se tiene esa reacción. Igualmente tampoco castigarlo ni enfadarse. Entender que nosotros también tenemos miedos y podemos asustarnos. Debemos mostrarnos lo más indiferentes posible, alejarle en primera instancia de ese miedo y acercarle poco a poco a él para que vea que no le va a ocurrir nada malo (depende del caso, también).


Es importante que entendamos que muchos miedos nacen por una sobreprotección por parte del dueño. Es positivo que el animal se relacione y se enfrente a sus miedos ya que, de esa manera, socializará con otros seres y con su entorno de manera más sana y positiva. Eso sí, existen casos en los que lo recomendable es poner al perro en manos de un etólogo.


¿Cuáles son los miedos más comunes en los canes? Traemos una recopilación con los 16 miedos más comunes que puede sentir el perro.





Escaleras

Especialmente cuando son cachorros pueden tener miedo a subir o bajar escaleras ya que las perciben bastante grandes y ven imposible el hecho de subir y bajar sin caerse. Temen sobre todo las escaleras sin barandilla. También las escaleras mecánicas (así que intente evitarlas) ya que no comprenden por qué se están moviendo. Lo mejor para paliar este miedo es guiarle por las escaleras con comida, creando una desensibilización paliativa del miedo hasta que suba y baje de manera normal.

Objetos brillantes

Puede producirles miedo ya que se llevan una gran sorpresa, pero no suele ocurrir nada porque se sorprendan por un objeto. Probablemente vuelvan a intentar verlo por curiosear y el único peligro es que quizás rompan ese objeto y tiendan a jugar curioseando.




Ascensores

Es un miedo bastante común y que se puede arreglar simplemente cogiendo al perro en brazos en los primeros viajes. Es necesario que vea que no ocurre nada malo y que estamos a su lado en todo momento.

Gente

Hay perros que odian el bullicio y se agobian si ven a mucha gente a su alrededor. Esto es un problema de socialización que se puede y se debe evitar. Es importante que si el perro tiene este miedo, intentemos poco a poco que socialice pero, ante todo, es recomendable que lo haga con un bozal, ya que no olvidemos que una de las reacciones más comunes frente al miedo es agredir.

Niños

Los niños, en ocasiones, pueden ser bastante bruscos y el perro, por un determinado trauma, los puede temer. Es importante que si tendemos a intentar que socialice con niños, sea paulatinamente y tomando unas medidas de protección previas (bozal y control).

Cachorros

Los cachorros tienden a ser muy activos y esto puede estresar a los perros. Hay otros perros que ven a los cachorros como una amenaza por ese hecho y pueden llegar a sentirse atacados. Es importante entender que esto es un problema de socialización grave y que necesitará un contacto directo con el cachorro para ver que no ocurre nada pero, como en el caso de los humanos, por el bien de los animales, es mejor que estemos controlando ese encuentro en todo momento.

Objetos desconocidos

Objetos de todo tipo, desde una caja a un simple cojín. Son miedos nacidos del desconocimiento, de un olor que no les es familiar y notan una amenaza en un entorno que es suyo. No hay que preocuparse, acabará adaptándose a ese objeto pero es muy posible que tienda a ladrarle o gruñirle.



Coches

Debemos entender que quizás tiene ese miedo por algún tipo de trauma de “pastoreo” mal canalizado y si es así, no sería exactamente una fobia, sino más bien una reactividad instintiva mal canalizada. Pero lo más común es que tengan miedo a los coches por algún tipo de fobia, que les genere la velocidad, el ruido o incluso el tamaño

Otros animales

Normalmente este miedo surge de una situación de indefensión ante animales más grandes que ellos o más energéticos, que les hace sentirse indefensos. Es común en perros urbanitas la primera vez que ven una vaca o un caballo. No se preocupe, es un miedo muy común que se puede tratar con sesiones de socialización controladas ante la fuente del problema.

Objetos que se mueven

En primer lugar, esta fobia tiene que ver mucho con los objetos desconocidos pero, en este caso, le sigue la curiosidad de que un objeto desconocido se mueve como si tuviese vida. Esa curiosidad puede tornarse en indefensión ante el objeto y provocar que se ponga agresivo con él. Este miedo es fácilmente solucionable con un intento de que el objeto le acabe siendo familiar.

Aspiradoras o secadores

Habrá visto alguna vez algún perro que huye de cualquier fuente de sonido aspirante como una aspiradora o un secador. Este miedo nace de la sensación de que ese objeto les ataca. Si se le hace entender que ese objeto no sirve para atacarlo, no habrá mayor problema.

Soledad

Muchas veces, el dejarles solos en una casa es un trauma muy grande para los perros, especialmente si anteriormente han sido abandonados o maltratados. Hay que tener mucho cuidado con esto, ya que tienen que superar ese trauma poco a poco y cada vez que salgamos por la puerta, pensará que lo han vuelto a abandonar. Para ir paliando esto poco a poco, es mejor evitar que el perro nos vea marchar, hagámosle un nido cómodo en el que sentirse a gusto y, a ser posible, que tenga algún objeto personal nuestro para que con el olor, él se sienta tranquilo. Es positivo que para practicar esto, hagamos pruebas vistiéndonos como si fuéramos a salir, saliendo y cerrando la puerta unos segundos, volviendo a entrar y premiándole por la espera. Poco a poco el perro dejará ese miedo y ese trauma. Necesita paciencia.




Agua

Muchos perros, en su primer contacto con el agua (especialmente en playas o piscinas), la temen porque nunca han nadado. No preocuparse, sería bueno que poco a poco lo introdujésemos en el agua con nosotros para que vea que es agradable. Aun así, como pasa con las personas, hay perros que gustan de estar en el agua y otros que lo odian. Eso va más en los gustos y personalidad del perro.


Veterinario

El miedo al veterinario es como el miedo al médico de las personas, es algo terriblemente normal y bastante difícil de paliar si el perro ha requerido pocas visitas al mismo. Lo mejor es que tomemos caminos distintos cada vez que vayamos, para que el paseo no sea difícil (ya que pueden negarse a andar), llevar algún tipo de premio para que entienda que lo ha hecho bien e intentar tranquilizarlo en todo momento.



Petardos o truenos

Este miedo es sufrido por muchos animales que tienen verdaderas fobias a petardos, cohetes y tormentas. Es importante que intentemos que el animal no esté solo en ese momento. Si es posible, a nuestro lado se sentirá más protegido. El perro va a tender a esconderse (debajo de la cama o del sofá), hay que acercarle a su escondite su comida y su agua ya que saldrá cuando se sienta seguro. Cerrar ventanas y bajar persianas. Se puede incluso fabricarle un “escondite” o “rincón” donde se pueda resguardar. No hay que forzar al perro a salir a la calle e intentar actuar con normalidad. Por desgracia, este miedo afecta a la mayoría de los perros y la pirotecnia puede causarles graves problemas.



Fuente: MuyInteresante - Laura Lázaro